Borrar
Un café

La luz de Kansas

Marta San Miguel

Santander

Jueves, 15 de febrero 2024, 06:58

Deberíamos de estar acostumbrados, pero el ruido que hace el viento en febrero trae consigo una advertencia. Tienes que vivir en esta región, y sobre todo en Santander, para saber que cuando las ventanas de tu habitación crujen es porque hubo un día en el ... que toda la ciudad se resquebrajó, porque el viento, cuando sopla con histeria, remueve no solo árboles o cornisas sino la capa de memoria que protege las cenizas del incendio de 1941. El vendaval que hemos soportado esta semana se empeña en recordarnos que nada es tan sólido como creemos, por eso, cuando la velocidad del viento es noticia, es posible ver nuestra ciudad de otra manera; quizá nueva, o enrevesada en sus colores, con paraguas doblados y tendales torcidos, con dolores de cabeza y una sensación imprecisa de trastorno como si en vez de Santander estuviéramos en Kansas, transportados a otro espacio y tiempo, quizá en Oz.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes La luz de Kansas