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Vieron eso en el cielo

Marta San Miguel

Santander

Jueves, 5 de diciembre 2024, 07:07

Lo bueno de estos días de viento sur es que podías salir a pasear por el borde del mar sin temblores. Aquella tarde se puso un sol que fue naranja, después malva, luego rosa, fucsia, morado, azul oscuro hasta hacer el cielo negro, tan limpio ... el cielo negro que se veían las estrellas como recién pintadas. En la playa de La Concha de Suances, dos perros con collares fluorescentes marcaban el límite entre la arena y el mar; parecían la tuta de dos pescadores que estuvieran echando las cañas, brincando en línea recta ante la orilla. Yo caminaba por la arena a unos metros del paseo para usar el remanente de luz, por aquello de evitar boquetes, castillos, los tropiezos. A esas horas, los restaurantes del paseo encienden unos focos tremendos para iluminar las vistas de los comensales, pero estaban apagados. No había nada en la playa esa tarde, solo el mar intentado entrar en la desembocadura de la ría, y ahí arriba, una cúpula brillante y deliciosa, con Casiopea, con la Estrella Polar y el Carro entre un porrón de estrellas. Qué belleza, pensé, hasta que un movimiento extraño me hizo ver el cielo moverse hacia delante, como si las estrellas derraparan.

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