Tiene el gen de La Masia

Nada nos hace pensar que no sea un fichaje que pueda encajar como un guante en la idea que el Barcelona tiene como modelo de juego. No cuesta imaginarse a Pablo tirar una pared con Pedri, temporizar una acción con el balón cerca de banda izquierda esperando a que doble Jordi Alba o incluso, como le hemos visto recientemente, entrando al segundo palo a un centro desde banda derecha de Adama.

Cuando se tiene a un chico de la calidad de Pablo Torre y se dan este tipo de movimientos, a mí siempre me surge la duda de si le vendrá muy bien tener a mejores compañeros, algo que puede ser muy lógico, a priori, y de si será capaz de hacer lo mismo ahora contra mejores rivales, algo que lógicamente está por ver.

Se trata, tan simple y tan sencillo, de ejecutar esas mismas acciones a más velocidad, porque los rivales le van a dar menos tiempo para hacerlo. O saber ganarse ese tiempo que necesite situándose bien en el campo, entendiéndose con los compañeros y aprovechando su técnica.

Por supuesto, va a ser clave algo en lo que hasta ahora no ha dejado de destacar: ir incorporando cada vez más recursos al repertorio de lo que sabe hacer bien. Recuerden al Pablo Torre que debutó con el primer equipo del Racing y miren al de ahora. Piensen que antes no llegaba de cabeza al segundo palo, no metía goles de falta, no sacaba todas las estrategias… Pues ha tardado poco más de una temporada en hacer todo esto. Y aún tiene que cumplir los diecinueve años.