Las medallas, a tiro

De Diego Botín recuerdo bien su paso por la Escuela de Vela del CEAR. Vino a hacer un cursillo y ya entonces se le veían maneras. Nuestra filosofía ha sido siempre animar a continuar navegando a quienes vemos con condiciones especiales y eso hicimos con Diego. Pasó después a la Escuela de Regatas para aprender a competir y desde ahí ha ido progresando paso a paso, a base de esfuerzo, porque hasta que consigues que se fijen en ti y consigues un puesto en el equipo olímpico tienes que demostrar muchas cosas.

No es fácil acertar que alguien va a llegar a lo más alto, ves que tienen aptitudes y que pueden llegar lejos, pero no basta con esto. Hay otros factores: la motivación, el trabajo, estar bien asesorados, la suerte… Pero a Diego, como en su momento a Berta Betanzos, se les veía ese algo especial… Diego tenía una sensibilidad especial al timón, se fijaba mucho en todo, siempre estaba muy atento para escuchar y aprender de todo el mundo y tenía un instinto natural para apreciar e interpretar las condiciones de viento. Tenía todos los ingredientes necesarios y sobre todo muchas ganas de navegar. Y por eso ha llegado hasta donde está.

Verle ahora en condiciones de subir a lo más alto del podio olímpico es para mí una satisfacción enorme. Recuerdo mis sensaciones al recoger la medalla de oro en los Juegos de Moscú 80, hace 41 años, y también lo que sentí como preparador de Iker Martínez y Xabi Fernández cuando también ganaron el oro en Atenas 2004. Con Santi López-Vázquez y Javier de la Plaza nos quedó la espina clavada, porque fueron cuartos en Sydney 2000 aunque pocos meses antes habían conseguido ser campeones mundiales.

Ver de nuevo tan cerca medalla para el 49er es una maravilla. Y Diego puede conseguirlo. Es muy perseverante en todo; sabe lo que tiene que hacer y es un luchador. Suelo chatear con todo el equipo, y hace un par de días me decía con ironía: 'Sí; seguimos apretando. Disfrutando del sufrimiento', que es una frase que me encanta. Disfrutas porque te ves ahí, con buenos resultados y posibilidad de ganar, pero sufriendo porque los demás son también muy duros y no regalan nada.

Y ahí están sus principales rivales, Burling y Tuke. Son quizá los mejores regatistas del momento, que han ganado hace muy poco la última Copa América, pero se les puede ganar. Ya ha ocurrido en varias pruebas y la distancia en la general no es tan grande, así que hay posibilidades de oro. La plata está más asequible, porque basta con terminar la Medal Race quintos y entrar por delante de los británicos.

Van a estar todos muy pendientes los unos de los otros y veremos estrategias y marcajes férreos, pero eso conviene hacerlo a partir de cierto momento; hacer una salida condicionada a los demás puede ser un error importante porque participan diez barcos y la medalla no está asegurada. Deben plantear la regata para ganarla y, cuando se vayan definiendo las posiciones, decidir la estrategia de marcajes o ataques.

A Támara y Paula se les presenta un poco más complicado, pero tampoco lo tienen mal. El campo de regatas ha sido muy irregular y el último día no estuvieron muy finas, pero van cuartas, tienen las medallas cerca y el séptimo puesto asegurado. Si hacen una buena medal race tendrán medalla. Tienen que salir a por todas porque sólo les vale hacer de las tres primeras y por delante de alguna de las primeras. Está todo muy abierto. Lo que no pueden repetir es el cuarto puesto de Río, que es el resultado más ingrato en unos Juegos Olímpicos. Así que toca arriesgar un poco.

Este equipo, prácticamente al completo, son los jóvenes que tuve hace unos diez años en el Plan Nacional de Tecnificación, cuando yo era responsable del Plan y es un orgullo verlos hoy competir en unos Juegos Olímpicos junto a los mejores regatistas del mundo. Y también estoy disfrutando mucho con que sean precisamente las clases dobles, que han entrenado en Santander, las que más posibilidades tienen. Santander es un sitio excepcional para entrenar y por eso ha sido la base de entrenamiento del equipo olímpico y también por eso la mayor parte de los equipos que hoy se juegan las medallas en Tokio, incluidos Burling y Tuke, pasaron gran parte de los meses de junio y julio entrenando en nuestras aguas. Así que se conocen todos muy bien…