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Llevo estudiando prácticamente desde que tengo uso de razón. Cuando era pequeña estudiaba día a día, incluso cuando el resto de niños iban al parque o visitaban a sus abuelos o simplemente no hacían nada. Estudiar era uno de mis quehaceres diarios desde que apenas ... levantaba diez palmos del suelo. Media parte de mí siempre ha sido así, responsable, y la otra media, lleva sangre docente. Pasaron los años, seguí creciendo y trabajando.
Empecé medicina con pasión y ganas. Seguí creciendo profesional y personalmente. Siempre he sido una médico con vocación, una médico muy humanista. Dentro de mí siempre hubo una mezcla mágica de letras y ciencia. Pasaban los años, concretamente seis largos años, y me licencié en medicina. Otro año más para prepararme el MIR, y otros cinco años más para formarme como médico especialista.
Y tras ese largo, y nada fácil, camino, he llegado hasta aquí. Llevo apenas tres años ejerciendo como médico adjunta y aún sigo estudiando y trabajando, siendo una parte más de mi profesión como médico. Aún conservo mi parte humanista y espero que nunca deje de formar parte de mí. Tras tantísimos años de estudio, de trabajo y de dedicación, al entrar a muchas de las habitaciones del hospital, boxes de urgencias, pasillos o despachos; puedo escuchar: «¡Qué joven!». «¿Eres tú la médico?». «¿Has acabado ya la carrera?». «Aún no ha pasado el médico. Sí, sí que ha pasado, soy yo». «Niña, chica, bonita». «Te trató de tú que eres muy joven».
¿Os imagináis a un médico mayor y varón que reciba estas frases? ¿Verdad que no? ¿Os imagináis que le llamen bonito o que le traten de tú? ¿Os imagináis que cuestionen su valía por su edad?
Pues aquí y ahora os digo: yo soy su médico. Yo, después de años y años de estudio, estoy aquí, más que preparada para atenderle, cuidarle y curarle. Porque el mundo sanitario está lleno de mujeres y, por supuesto, hombres jóvenes, dispuestos a comernos el mundo y a seguir aprendiendo. Nosotros somos el futuro. El mundo sanitario necesita y vive un cambio generacional. Cuando un médico joven se acerque a ti, piensa en todo lo ha pasado para llegar ahí y valóralo.
Y sí, yo soy tu médico.
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