Médicos humanistas

Recuerdo a estos doctores con motivo del segundo premio Miguel Delibes que ha recibido recientemente Alfonso García Aranzábal, también médico, con el relato titulado 'Mi maestro', en el que rinde homenaje a los que nos enseñaron las primeras letras, a pensar y nos educaron en el esfuerzo. Alfonso nació en Madrid, trasladándose a Santander a los cuatro años, ciudad en la que se licenciaría en Medicina. En 1990 llegó a Torrelavega, aunque estuvo vinculado profesionalmente a Guarnizo trabajando en el ámbito de las drogodependencias, la psiquiatría y los problemas sociales. En 2016 abre un centro de reconocimiento en nuestra ciudad. Como escritor, son varios los premios de relatos que ha conseguido. Con la memoria como herramienta, indaga en el Santander de los baños de ola, de los veraneos de Alfonso XIII, de las clases populares como los pescadores y vecinos del Cabildo de Arriba, así como las tertulias santanderinas de los ilustrados. Estos días nos entrega su último su libro, 'El Montañés y su tiempo, un navío cántabro al servicio de Su Majestad. 1794-1810', un ambicioso proyecto histórico y literario de interés nacional.