Por un mejor acceso a los servicios del cáncer

Un tercio de los casos de cáncer se pueden prevenir y otro tercio se puede curar si se detecta a tiempo y se trata adecuadamente. Con estrategias apropiadas en materia de prevención, detección temprana y tratamiento, y facilitando un acceso equitativo a esas estrategias, salvaremos millones de vidas cada año. El coste económico del cáncer es muy elevado y conlleva, además, pérdida de productividad, disminución de ingresos en los hogares y reducción de calidad de vida de los pacientes oncológicos.

Hoy sabemos más que nunca sobre el cáncer. La investigación y la innovación nos proporcionan avances en medicina, diagnóstico y conocimiento científico y, desde esos avances, reduciremos factores de riesgo y aumentaremos la prevención, la mejora del diagnóstico, el tratamiento y la atención del cáncer.

En 2020, diez millones de personas morían de cáncer y más del 65% de esas muertes ocurrieron en las partes menos desarrolladas del mundo. Además, en los países con mayor nivel de desarrollo existen desigualdades entre las ciudades y las zonas rurales, en las comunidades de bajos ingresos y en colectivos sociales desprotegidos que están expuestos a factores de riesgo.

La pandemia del covid-19 nos ha obligado a adaptarnos a situaciones nuevas, complejas y desconocidas, conscientes de que somos un colectivo de riesgo por nuestra patología y, en muchos casos, por la edad. Lo urgente es recuperar la normalidad en la atención primaria y hospitalaria, para superar los retrasos en los diagnósticos, en las consultas presenciales, en la cirugía no urgente y en determinados tratamientos. Los retrasos en la detección, en el diagnóstico precoz y en los tratamientos, aumentan la incidencia y las muertes por cáncer.

Para recuperar esa normalidad, los sistemas públicos sanitarios deberán dotarse de más medios humanos, más recursos económicos y más conciencia social que valore la importancia de una sanidad pública, universal y de calidad, que desde la equidad evite discriminaciones en las prestaciones y servicios, que priorice la investigación y la innovación, que mejore la coordinación de la sanidad y los servicios sociales y que reconozca capacidad de interlocución en temas de sanidad al movimiento asociativo de pacientes. Trabajamos por conseguir una atención personalizada y multidisciplinar y avanzar en la medicina de precisión que incluye inmunoterapia, terapias dirigidas y biopsias líquidas. La edad tampoco puede ser un factor de discriminación.

Nos manifestamos preocupados por la incidencia del cáncer infantil y sus efectos; por la exposición a determinados agentes cancerígenos; por el número de personas jóvenes y mujeres en edad fértil diagnosticadas de alguna patología oncológica y por el número de mujeres con cáncer de mama metastásico. Reivindicamos la inclusión en la estrategia del Sistema Nacional de Salud de un modelo integral de atención al cáncer de mama metastásico.

Como defensoras de la Estrategia en Cáncer del Sistema Nacional de Salud en España, nos satisface la aprobación del Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer, con la equidad, la innovación, los cuidados de calidad y el compromiso como referentes y con la prevención, la detección precoz y el apoyo a los pacientes y supervivientes como prioridades.

Con la inversión en prevención, investigación e innovación, con el esfuerzo, dedicación y formación de los profesionales sanitarios, con el compromiso del movimiento asociativo de pacientes y con una activa conciencia social, comenzaremos a pensar en una generación cercana a vencer esta enfermedad. El control del cáncer debe ser una prioridad en la agenda mundial por la salud y el desarrollo, porque el cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo. Comencemos a construir un futuro más justo, donde las personas desarrollen vidas más saludables y tengan acceso a los servicios de salud y cáncer, sin importar dónde nazcan, crezcan, envejezcan, trabajen o vivan.