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Los buenos resultados de los datos del Paro Registrado con bajadas históricas en diciembre para España y Cantabria no contentan a todo el mundo como cabría esperar. Algunas organizaciones políticas critican la no inclusión, como parados registrados, de los contratados fijos discontinuos, cuya contabilidad está ... detrás de la caída del Paro Registrado en los últimos meses. Mientras el Gobierno se congratula de las estadísticas, la oposición las critica y pone en duda, debido a la generalización de los contratos fijos discontinuos.
El Paro Registrado por definición se mide por el total de demandas de empleo en alta, registradas por el SPEE (antiguo INEM), existentes el último día de cada mes, excluyendo las que correspondan a situaciones laborales descritas en la Orden Ministerial de 11 de marzo de 1985 (B.O.E. de 14/3/85) por la que se establecen criterios estadísticos para su medición, de modo que las personas demandantes de empleo con un contrato fijo discontinuo no computan por tener una relación laboral. Tampoco se incluyen demandantes que solicitan un empleo para un período inferior a tres meses (empleo coyuntural), ni a los que solicitan un trabajo con jornada inferior a 20 horas semanales, ni demandantes que, en virtud de un expediente de regulación de empleo, están en situación de suspensión o reducción de jornada o modificación de las condiciones de trabajo, etc. Además, existen otros supuestos que tampoco computan como los demandantes beneficiarios de prestaciones de desempleo en situación de compatibilidad de empleo por realizar un trabajo a tiempo parcial.
Así se había venido haciendo, y así se procede desde 1985 en toda la serie histórica. Este criterio se ha respetado por los sucesivos gobiernos, sin importar su signo político. No se están maquillando las estadísticas de Paro Registrado, ni hay un cambio metodológico. Lo que ocurre es que, el criterio administrativo siempre ha sido que los fijos discontinuos inactivos no se computen como parados registrados, sino como demandantes de empleo ocupados. Con esta reforma laboral se suavizan los efectos de una temporalidad hasta ahora muy acusada y se consolida, poco a poco, la estabilidad.
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