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Sin imprevistos ni sobrecostes, el nuevo Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (Mupac), con su espacio para el Gobierno de Cantabria, costará no menos de 55 millones de euros. Esto es la suma de la obra en sí (adjudicada a Dragados y Construcciones), ... el proyecto de ejecución, cambiar la red de saneamiento, el Project Manager, el diseño museográfico y su implantación, así como acondicionar las plantas del edificio para la Administración regional.
Según el contrato para la obra, del 16 de agosto de 2022, el edifico dispondrá de más de 21.000 m2 construidos, diferenciado entre los 11.780 m2 destinados a museo y los 9.230 m2 destinados a espacio administrativo, que albergará a 300 empleados públicos.
El presidente de Cantabria, el regionalista Miguel Ángel Revilla, y el vicepresidente y consejero de Universidades, Igualdad, Cultural y Deporte, el socialista Pablo Zuloaga, aseguran la financiación de la obra «sin tensionar las arcas públicas» pero Europa nos ha denegado fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia sin que sepamos porqué y el dinero por vía Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) puede llegar, o no.
Respecto al ahorro que se conseguirá en diez años al eliminarse alquileres, en la documentación del proyecto se argumenta que la nueva construcción es tanto para el Mupac como para alojar a más de 275 personas de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte que, desde las transferencias a Cantabria de estas competencias, permanece en un edificio del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, en la calle Vargas 53 de Santander. No cabrán, por tanto, funcionarios de Economía, Universidades y Agencia Tributaria, cuyo espacio de trabajo costó 3 millones de euros en alquileres en 2020. Para ahorrar y contaminar menos, ¿no podríamos equipar mejor a los funcionarios, mejorarles el sueldo y potenciar el teletrabajo?
A pesar de que la propuesta arquitectónica es muy interesante, necesitará muchos recursos sin servir de 'motor de desarrollo' ni de 'revulsivo' para Santander y Cantabria. La cultura ya no salva a las ciudades, que dijo alguien. Tenemos el fracaso del complejo de la Ciudad de la Cultura promovido por la Junta de Galicia en tiempos del popular Manuel Fraga. U otros que no han cumplido expectativas, como el Musac de León o el Centro Niemeyer de Avilés, entre otros ejemplos. El Centro Botín no tiene todo el tirón que se pensaba, aunque sí ha servido para estimular la recuperación de un frente marítimo que ha estado vallado o abandonado durante décadas. Si hubiera conexión entre el Mupac y Altamira, el Centro Botín podría servir de contenedor; a fin de cuentas, será nuestro en unos años y todo quedaría en casa Sanz de Sautuola.
En cuanto al Proyecto redactado por la Unión Temporal de Empresas (UTE) M. Partida Architecture and Design y Q-Estudi 29 Assessorament Tecnic SL., tendrá una terraza pública con vistas hacia el puerto y otras dos en la zona administrativa, pero serán privadas. Esto está de moda. Vamos a acondicionar miradores en el Palacio de Festivales, por 1,5 millones de euros, y en el Museo Marítimo, por 1,2 millones de euros, pero es gratis pasear por la Avenida de Reina Victoria o el Muelle.
Bajo rasante, el proyecto mantiene dos plantas de sótano. De las 100 plazas iniciales de aparcamiento, se solicitó una exención o una reducción hasta 9 plazas. Finalmente, tendrá 40, aunque no públicas. Los ejemplos citados por el Gobierno, el Museo de la Evolución Humana (MEH) de Burgos tiene más de 1.400 plazas y cerca de 200 el Museo Nacional de Prehistoria de Lascaux, en Francia.
Santander pierde plazas de aparcamiento (carril bici, zonas verdes, ampliación de aceras, escaleras mecánicas) y la zona de Puertochico se satura y es un cuello de botella. Santander no es solo el Paseo de Pereda y el Muelle. La Biblioteca Central, Tabacalera y la remodelación de Antonio López han revitalizado ese barrio. Los ciudadanos se desplazan cuando hay interés. Así, el éxito del Palacio de Exposiciones y Congresos en El Sardinero, con ejemplos recientes como la Feria de Producto o el lleno en la interpretación del Mesias.
Lo que vuelve al punto de partida no es solo el Museo de Prehistoria y Arqueología sino el edificio para el Gobierno de Cantabria, que ya se planteó con el cubo del arquitecto Rafael Moneo hace ahora 21 años.
Si de verdad quieren un futuro para Cantabria, este pasa por apoyar lo que da empleo y se autofinancia: empresas familiares, servicios como el centro de entrenamiento virtual del Hospital Valdecilla o atracciones como el Parque de la Naturaleza de Cabárceno.
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