El modelo sueco

En Suecia se han mantenido abiertas la mayoría de las escuelas, restaurantes y negocios durante la pandemia, con intención de limitar lo máximo posible el impacto sobre la economía del país. Se han limitado a dar orientaciones a la población en lo referente al distanciamiento social, la higiene y el uso de mascarillas, la adopción de estas medidas por parte de la ciudadanía era voluntaria. Las autoridades sanitarias suecas partían de la base de que las medidas de confinamiento simplemente retrasan la aparición de las infecciones y los fallecimientos, y que estos son inevitables. En su supuesto, al aliviar las medidas de confinamiento, la enfermedad repuntaría, con lo que las cifras finales serían las mismas independientemente de la estrategia adoptada.

Dando un vistazo rápido a las cifras, parece que el tiempo les está dando la razón. Las cifras de muertos por coronavirus por millón de habitantes en Suecia está por debajo de las de Reino Unido, España, Italia, Bélgica o Francia, países que optaron por el confinamiento en mayor o menor medida. Además han conseguido esquivar el primer golpe a la economía: los últimos datos han recogido una contracción de apenas el 0,3% para Suecia en el primer trimestre de 2020, cuando la media en la eurozona es de 3,8%.

Ahora bien, si comparamos las cifras con las de los países de su entorno, que si han adoptado medidas de confinamiento, entonces nos encontramos que su tasa de fallecimientos es entre 4 y 9 veces superior. Y en lo referente a la economía, el Banco Central de Suecia ha calculado que la economía caerá entre el 7 y el 10%, cifra similar a la estimada por la Comisión Europea para los países de la eurozona, un 7,75% de media.

Es posible que, a largo plazo, las cifras terminen por dar la razón a los suecos, pero deberíamos tener presente lo que hay detrás de las cifras. Y no está de más echar la vista atrás para acordarse de cómo estaban los hospitales españoles en los momentos duros de la pandemia; ese debería ser nuestro punto de partida a la hora de valorar las medidas adoptadas.