Moderados ganan

El segundo tan solo ha necesitado dos años para revitalizar una formación que no levantaba cabeza desde que hace doce años la negación empecinada de Zapatero sumiera a España en una crisis como no habíamos conocido cuantos nacimos entrada la dictadura franquista. Ambos han demostrado que con moderación, constancia y esfuerzo «se puede», pero claro está que no basta con decirlo, para muestra ahí está la desintegración de Podemos, partido que ha pasado a la insignificancia, hasta el punto de que su líder ni siquiera se dejó ver ayer tras el recuento, fiando su resurrección a que el milagroso Sánchez le necesite.

Al tiempo que el populismo de izquierdas cae en picado, el péndulo, que osciló con fuerza hacia la extrema derecha en las elecciones generales, aunque muestra una clara ralentización, aún mantiene la inercia suficiente para permitir la entrada de VOX en prácticamente todas las instituciones en las que se postulaba, y su presencia no será ni mucho menos irrelevante en algunas de ellas, como en el Ayuntamiento de Santander, donde Gema Igual está obligada a contar con su único representante si quiere mantener la alcaldía y frustrar con ello el gran impulso dado al PSOE por el tenaz Pedro Casares.