El día de nuestros muertos
ENTRE PARÉNTESIS ·
El 3 de noviembre de 1893 Santander sufrió la mayor catástrofe de su historia, con más de medio millar de vidas que se llevaron las explosiones de aquel maldito vapor atracado en el muelle de MaliañoSecciones
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ENTRE PARÉNTESIS ·
El 3 de noviembre de 1893 Santander sufrió la mayor catástrofe de su historia, con más de medio millar de vidas que se llevaron las explosiones de aquel maldito vapor atracado en el muelle de MaliañoLos corrales de muertos, que diría José María de Cossío, se han floreado un año más compitiendo con el festivo Halloween. Pero en Santander, el día de Todos los Santos (día 1) y el día de Difuntos (día 2) son fechas previas para el remate, ... nunca mejor dicho, del día de nuestros muertos, el 3 de noviembre, fecha en que la ciudad sufrió la mayor catástrofe de su historia con más de medio millar de vidas que se llevaron las explosiones de aquel maldito vapor atracado en el muelle de Maliaño en 1893, que además de dinamita llevaba carga de clavos, chatarra y vigas metálicas que actuaron como fatal metralla.
Ahí está, en el mismo lugar donde ocurrió la desgracia y para recordar aquel aciago día, el monumento del escultor Cipriano Folgueras, una gran cruz a cuyo pie se inclina una matrona con corona de siemprevivas en la mano, mientras que con el otro brazo se apoya sobre el escudo de la ciudad en un lamento que se descubrió al público el 5 de octubre de 1896, y que todos los años renueva, con su ofrenda floral, la fiel Asociación Machichaco.
Pocas ganas le entran a uno de jugar al truco o trato, iluminar el interior de las calabazas o disfrazarse de calavera ambulante cuando se imagina lo que pasó aquel día a causa de la gigantesca deflagración que lanzó los pedazos del buque por los aires, matando a diestro y siniestro, destruyendo edificios, salpicando de metales, piedras y trozos de carne las calles más alejadas de la ciudad y envolviéndola en una sombra sucia y gigante que cuando se disipó descubrió el horror del lodazal de cadáveres que la ola inmensa de agua y cieno del fondo de la bahía, producida por la enorme explosión, se había depositado sobre tierra. Descansen en paz tantas y tantas víctimas en el día de nuestros muertos.
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