Día mundial del trabajo social

En todas las sociedades y en todas las épocas han existido siempre diversas formas de ayuda a las personas más vulnerables y el trabajo social como profesión organizada surge de la evolución y organización de esas formas de atención.

Son múltiples los ámbitos de intervención en que nos encontramos (Servicios Sociales de Atención Primaria y Especializados, Salud, Educación, Justicia, Vivienda, Minorías étnicas, Inmigración, Protección Internacional, Emergencias, Ejercicio Libre, etc,) y en todos ellos luchamos por la justicia social, los derechos humanos y el desarrollo social inclusivo.

Además, colaboramos en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos en la Agenda 2030 de Naciones Unidas, entre ellos el fin de la pobreza, hambre cero, salud y bienestar, educación de calidad, brecha de género y reducción de desigualdades.

En la inevitable tensión entre el sistema y la ciudadanía, las/os profesionales del trabajo social estamos siempre al lado de las personas en situación de desventaja social; defendemos el sistema público de Servicios Sociales, la coordinación entre las administraciones públicas y las entidades sociales, y la creación y el fortalecimiento de las redes de apoyo comunitarias. Entre las pioneras de esta defensa encontramos a Jane Addams, trabajadora social feminista que en 1931 se convirtió en la segunda mujer ganadora del Premio Nobel de la Paz por su trabajo en defensa de la paz y en favor de los más necesitados, en términos de su época.

En el mundo actual, plagado de crisis económicas, riesgos, incertidumbres y constante evolución, la figura de las/os profesionales del trabajo social se hace más necesaria que nunca; nuestra visión integral de situaciones cada vez más complejas nos permite entender cómo los cambios producidos tanto a nivel microsocial como en el ámbito macrosocial afectan a las posibilidades de acceso de la ciudadanía a los derechos sociales que nos han sido reconocidos por las diversas normativas (internacionales, nacionales, autonómicas y locales) y, como consecuencia, la obtención de unas condiciones de vida digna para todas y todos.

Y lo hacemos desde un enfoque respetuoso con la dignidad, la voluntad y la libre determinación de las personas; acompañándolas y estableciendo una relación de ayuda que facilite la apertura a nuevas posibilidades de acción. Desde el acompañamiento social, nos adaptamos al ritmo y las prioridades que las personas establecen para sus vidas, procurando la mejora en la calidad de las interacciones sociales de la ciudadanía tanto a nivel interpersonal, grupal y comunitario.

Este año, el Colegio Profesional de Trabajo Social de Cantabria cumple 40 años y, consciente de la importancia de nuestra profesión para la mejora de las condiciones de vida de la ciudadanía de Cantabria, ha reforzado, entre sus líneas estratégicas, la mejora del ejercicio profesional en dos sentidos: por un lado impulsando las buenas prácticas y clarificando competencias y funciones en las diferentes áreas de intervención y por el otro ampliando la oferta formativa a la colegiatura, adaptándola a las nuevas necesidades del ejercicio profesional y a las demandas de la ciudadanía de unos estándares de calidad cada vez mayores.

La Junta de Gobierno del Colegio profesional quiere aprovechar este día para reconocer el trabajo de las y los trabajadores sociales que, en épocas de mayor dificultad como la que estamos viviendo como consecuencia del clovid-19, han seguido al lado de las personas que se han visto más afectadas. Sin dejar de mencionar a las y los profesionales que en estos momentos están prestando su apoyo en la acogida y asistencia a los refugiados que llegan a nuestra comunidad como consecuencia de conflictos armados y persecuciones.