El mundo de antes de 2020 ya no existe
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LA CUARTA ·
Aunque seguimos instalados en una cierta incertidumbre, lo más importante es señalar el hecho positivo de que ahora hay vacuna y tratamientos antivirales muy efectivosCumplimos ahora dos años de pandemia, dos 'annus horribilis' con más errores que aciertos en su gestión, especialmente al principio. Y aún nos queda un camino lleno de incógnitas hacia el fin de la pandemia. Por no saber, no sabemos la dosis infecciosa, la cantidad ... de virus necesaria para que ocurra una infección, como tampoco sabemos qué cantidad de anticuerpos debe tener una persona para que se considere que está protegida contra el covid-19.
Eso no significa que no estemos protegidos. Está demostrado que las vacunas previenen la enfermedad grave en comparación con los no vacunados. Pero hemos añadido una nueva enfermedad a la población, más infecciosa y más severa que la gripe. Aunque probablemente lo peor haya pasado, nadie puede asegurarlo porque es cierto que puede aparecer una variante más grave que escape a las vacunas. En general, los virus suelen evolucionar hacia formas más leves y más transmisibles, pero esto no siempre es así.
Hemos avanzado mucho en el conocimiento del virus. Es el virus más estudiado y mejor conocido de los que hay ahora. Además, las vacunas disponibles (desarrolladas con un rigor y una rapidez excepcionales tras inversiones sin precedentes) son espectaculares y sus resultados también. No se había conocido algo así, pero no son perfectas: no previenen el contagio y pierden efectividad en varios meses.
Por tanto, aunque seguimos instalados en una cierta incertidumbre, lo más importante es señalar el hecho positivo de que ahora hay vacuna y tratamientos antivirales muy efectivos. Es decir, tenemos armas y, lo mejor, vamos a tener más.
Pero alegremente no podemos hablar de gripalizar la pandemia, que por cierto es un término muy desafortunado usado coloquialmente. Gripe y covid son enfermedades que no tienen nada que ver. Una cosa es que se puedan comportar de forma similar epidemiológicamente, pero no son iguales. Es probable que haya brotes anuales, en algunas zonas y más en invierno, con infecciones respiratorias. Pero quien ha pasado el covid lo ha pasado muy mal, quienes han tratado con el covid saben muy bien qué significa, hay secuelas, covid persistente, etc.
Desgraciadamente este parece que es el plan, gripalizar. Pero eso no es ni 'la nueva normalidad' ni 'la normalidad de antes'. Es peor. Aceptemos que el covid ha impactado negativamente en nuestras vidas. No podemos volver a la normalidad 'de antes' tal y como la concebíamos y aceptar que millones de personas enfermen de covid un par de veces cada año. Pero si podemos avanzar, para lo que en primer lugar tenemos que aceptar que necesitamos algunas adaptaciones que necesariamente tendremos que hacer. Y la ciencia nos ha mostrado el camino.
El mundo es diferente ahora. Actuar como si no lo fuera, nos puede parecer bueno en el corto plazo, pero nos lleva a una nueva normalidad peor. Para nada, tenemos que construir una nueva normalidad mejor que afronte con garantías los casos frecuentes de enfermedad que a tenor de lo que nos dicen los expertos sin duda aparecerán.
Cuidarse y vacunarse es la única opción. Porque muchos ciudadanos se cuidarán, la mayoría, pero otros no lo harán. En general, la sociedad ha tenido cuidado (dando ejemplo) y ha de seguir teniendo cuidado, pero un cuidado proporcionado a los casos en cada momento. Esa es la clave: proporcionado.
Sí, se ha paralizado demasiado la vida. Sé que es fácil decirlo ahora. Es una realidad que habrá que revisar. Al principio no teníamos datos para saber si una forma de actuar era mejor que otra. Ahora sí. Hay que aprender sin polemizar.
Seamos conscientes también que, de una u otra forma, el mundo entero volverá solo a la normalidad. Como lo hizo tras otras graves crisis mundiales. Y no aceptará restricciones.
Nosotros proponemos adaptaciones, no restricciones. No pueden seguir habiendo restricciones a gran escala. Hay que pensar en un abordaje más personalizado, en grupos de edades diferentes, gente con más o menos riesgo, etc. Basta ya de generalizaciones insensatas.
En esta pandemia, hubieron grandes irresponsabilidades. No volvamos a caer en viejos errores. Las restricciones per se con el conocimiento actual carecen de sentido. Es más, existe un consenso en muchos clínicos que si tuvieran que volver atrás no serían tan estrictos en algunas restricciones. Para ejemplo más dramático lo que hicimos de no permitir visitas a la UCI en pacientes muy críticos. Nos excedimos. Hubo gente que murió sola y el dolor que quedó para la familia es muy difícil de reparar. Otro tanto en las residencias de ancianos.
Una vez que pase esto hay que recapacitar y pensar. Revisar qué se hizo porque hay muchas cosas que se pueden hacer de forma diferente. Pensar en todo ello es lo que nos puede ayudar a que sea todo más normal.
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