Secciones
Servicios
Destacamos
Las sesiones de la COP27 discurren en Egipto, mientras aumenta la preocupación porque el calentamiento global pudiera llegar a un punto de no retorno a causa de la parsimonia del mundo desarrollado a la hora de reducir las emisiones de efecto invernadero y de la ... renuencia de los países más poblados de la Tierra –China e India– a supeditar su crecimiento económico a los requerimientos de la emergencia climática. El consorcio científico Global Carbon Project, con sede en Canberra, y cuyo director es el catalán Pep Canadell, emitió ayer su último informe con alarmas que los reunidos en Egipto, y sobre todo los mandatarios que han rehusado acudir al encuentro, no pueden soslayar. El mundo está todavía a tiempo de atajar el desastre. Pero debe actuar sin dilaciones frente a la quema continuada de combustibles fósiles, la deforestación diaria y la contaminación de los océanos, cuyo calentamiento reduce su capacidad regeneradora respecto al clima. Dado que los países emisores no han cumplido con sus compromisos anteriores, resultaría ingenuo esperar que reaccionen aplicando restricciones más severas. La obtención inmediata de beneficios e incrementos en su valor bursátil por parte de las compañías que determinan el crecimiento global va de la mano de las prioridades políticas orientadas a lograr éxitos a muy corto plazo que hipotecan también en deuda medioambiental a las siguientes generaciones. Incumplidos con pleno conocimiento los pasos necesarios para hacer efectivos los Acuerdos de París de 2015, de modo que en 2030 el calentamiento global no sobrepasase en 1,5 grados la temperatura preindustrial, Canadell lleva tiempo señalando que el mundo no se ha puesto a pensar en cómo será si esa temperatura se incrementa en 2 y más grados.
En estos mismos momentos hay una incógnita sin despejar en nuestro país y en el resto de Europa. Por qué causas están aumentando los fallecimientos, muy por encima de lo previsto por la epidemiología. Es de suponer que una de ellas es la subida de las temperaturas. Pero hasta los criterios empleados para evaluar la incidencia de las olas de calor podrían haberse visto superados por más de medio año estival en cuanto a la salud de las personas. Faltan solo siete años para 2030, pero todo permite pensar que gobiernos y sociedades se están acogiendo a una prórroga temeraria hasta 2050. Cuando los efectos del calentamiento global se perciben ya, antes de certificarse que el mundo haya llegado a un punto sin retorno.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Estos son los mejores colegios de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.