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La música no siempre amansa a las fieras. A veces incluso las abre el apetito de comerse todo lo que se ponga por delante. Para eso están hechos los himnos que nos emocionan y nos inflan de vitalidad. La cuestión es que es ... mejor cantarlos unidos que lanzarlos al prójimo como si fueran proyectiles.

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eldiariomontanes Mi música aguerrida