La Navidad más esperada

Ha sido la Navidad más esperada y también la más multitudinaria, con más de 400 citas a lo largo de 38 días, un periodo en el que decenas de miles de personas han disfrutado tanto en el centro de Santander como en los barrios, en una programación que tuvo su broche de oro con una impresionante Cabalgata de Reyes que abarrotó la ciudad.

Ya el día 2 de diciembre, cuando inauguramos el cartel navideño con el encendido del alumbrado, pudimos comprobar la asistencia masiva de los santanderinos que se sumaron al acto asombrados por el montaje de cuento instalado en la propia Plaza del Ayuntamiento y los fuegos artificiales que sucedieron a la cuenta atrás. Era el pistoletazo de salida de unas fiestas tan anheladas como repletas de alicientes.

Como no puede ser de otra manera, nos volcamos en los niños, los grandes protagonistas de estas fechas, y a ellos dedicamos un extenso abanico de posibilidades, espectáculos y motivaciones. Además de la Pista de Hielo, que se convirtió de nuevo en referente y punto de encuentro y diversión por el que pasaron más de 17.000 personas, este año decidimos concentrar más atracciones infantiles en la Plaza Alfonso XIII bajo el nombre de 'PequeNavidad'.

Pero también los mayores han sido estrellas en nuestra Navidad, y a ellos nos hemos dirigido con múltiples actividades participativas y eventos con sabor a tradición. En este ámbito, hay que destacar la gran respuesta que ha tenido la Ruta de Belenes, en la que participaron cerca de cuarenta creaciones, así como un itinerario de parroquias y asociaciones vecinales donde se pudieron visitar los emblemáticos nacimientos. También como apoyo a la puesta en valor de la tradición belenística de la ciudad, organizamos el 'III Concurso de Belenes Online', que contó con una treintena de participantes, y concedió tres premios entre un conjunto de trabajos llenos de creatividad y mérito artístico.

En el apartado musical, el público disfrutó con 24 actuaciones programadas en la Plaza Alfonso XIII, donde se pudieron presenciar desde recitales de villancicos a espectáculos infantiles o de danza, además de los 12 conciertos del festival Magdalena Winter en el Palacio de Deportes.

Hemos trabajado a fondo la animación de las calles con el fin de hacer la ciudad aún más seductora para santanderinos y visitantes, en un empeño en el que, por supuesto, tuvimos en cuenta a nuestros comerciantes y hosteleros, para quienes estas fechas siempre constituyen un periodo fundamental en su actividad económica. De esa manera, más de una treintena de pasacalles acompañaron las tardes navideñas y familiares, al tiempo que grandes montajes, espectáculos musicales y juegos tradicionales y de habilidad conquistaron el centro de la ciudad como aderezo de apoyo al sector comercial y apuesta segura para el ocio infantil.

A los diferentes barrios también llegaron múltiples propuestas para festejar estas jornadas, con 15 espectáculos que se llevaron a cabo en los centros cívicos, además de campus para niños y fiestas navideñas compartidas con los vecinos.

No podemos olvidarnos tampoco del retorno económico que la programación navideña supone para la ciudad, que, además del sobresaliente incremento en las ventas comerciales, puede ponderarse con datos como las cifras de ocupación hotelera, que se han situado en el entorno del 70% y han demostrado que Santander despunta como destino turístico navideño.

Son datos, percepciones y constataciones que ponen de manifiesto que la Navidad ha vuelto a Santander con todo su esplendor, y demuestran que, entre todos, somos capaces de deslumbrar y construir una ciudad rebosante de potencial y posibilidades. El mérito es de todos y, en este sentido, quiero expresar el agradecimiento del Ayuntamiento a las numerosas empresas, entidades, asociaciones y voluntarios que se han implicado al máximo en la preparación del programa navideño y en el desarrollo de sus actividades. Y, por supuesto, agradecer a todos los miembros de mi equipo el enorme trabajo desarrollado durante meses para que tanto la Cabalgata como el resto de eventos hayan sido posibles con una brillantez rotunda. La colaboración siempre nos lleva muy lejos.