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Es Navidad, mi pequeño cabroncete

La postal auténtica es la del niño que arruina una fotografía y ve a Jesús cuando mira a una estrella

Viernes, 18 de diciembre 2020, 07:21

Han pasado tres años, por lo que el enano regordete y malévolo tendrá ahora seis o siete. Lucía un gorro de lana, un abrigo, una ... bufanda multicolor y la expresión taimada de quien la va a armar sin remedio. No pregunté su nombre y apenas le vi unos minutos, pero le recuerdo en las fechas cercanas a la Navidad, cuando la ciudad se ilumina, las calles se llenan de gente, intercambiamos obsequios y los niños se mueven inquietos en espera del comienzo de las fiestas, que si han perdido en parte su sentido religioso, conservan la esencia de las convocatorias familiares. El virus lo ha cambiado todo y no hay lugar para las grandes celebraciones, pero tan importante como observar con rigor las medidas sanitarias, lo es mantener vivas las ilusiones infantiles y esa hermosa ingenuidad que concede el poco tiempo vivido y el mismo tiempo se va llevando.

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