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Adiós, don Amancio, adiós

El cierre de comercios-bastiones puede tener un efecto en la vida urbana que va más allá de la economía

Domingo, 23 de febrero 2025, 07:40

Si la noticia del cierre de la macrotienda de Zara en Torrelavega supuso un contratiempo para muchos clientes habituales de la comarca cabecera de Amancio ... Ortega –hasta el punto de llegar a sugerir que las autoridades interrogaran al gigante de la moda por este cierre–, el aviso de que dentro de unos días apagará la luz de sus escaparates otro de sus negocios punteros, Stradivarius, ha sido recibida con una actitud que parece haberse convertido en una especie de resignación ante lo inevitable. Cuando hace dos décadas la firma gallega apostó por Torrelavega abriendo sus tiendas de Zara, Pull&Bear, Bershka, Oysho y Stradivarius –hoy todas cerradas–, lejos de sentirse amenazado, el comercio local vio en estas decisiones una apuesta por el futuro comercial. El adiós al ultimo bastión del mago de Arteixo elimina el innegable imán que esta firma ha tenido en el movimiento clientelar de Torrelavega como cabeza comercial de la comarca. Aún siendo cierto que esta firma está cerrando tiendas en ciudades de tamaño medio, como parte de su estrategia de reorganización y digitalización –concentrando su presencia en ciudades principales–, no es menos verdad que en las decisiones de las marcas influye la racionalización de los gastos por el aumento de la venta por internet, pero nunca se debe olvidar que de estas modificaciones en los hábitos de compra, son autores los propios compradores, cada vez más proclives a comprar de esta manera por comodidad o por sus facilidades de devolución inmediata. No siempre hay que echar la culpa al empedrado.

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