El embrutecimientode la palabra

Por eso, foros y movimientos como el impulsado por tres mujeres tan distintas y tan iguales como Rosa Inés García (PSOE), María Luisa Peón (PP) y María Luisa San Juan (Cs) sirven para recordarnos que sólo a través del diálogo, de la defensa del pensamiento plural, del respeto, se puede llegar a concebir una sociedad diversa, en la que hombres y mujeres consigan la plena igualdad, con un feminismo en absoluto trasnochado ni radicalizado. Tuve la suerte de participar en un encuentro en Torrelavega con estas mujeres con distintas formas de pensar, con diferentes opciones personales de vida, pero unidas por la tolerancia, el diálogo, la discusión sin ira, por la recuperación de los valores que nos permitieron regresar a una sociedad libre, igualitaria, sin miedos ni prejuicios hacia el diferente, con respeto al oponente y, todo ello, amalgamado por el valor de la amistad. Me quedo con tres frases de estas gallardas mujeres: «La discrepancia sin respeto tiene éxito a corto plazo» (María Luisa Peón); «Es preciso recuperar ese espíritu de la Transición que hace posible el debate para alcanzar el acuerdo» (Rosa Inés García); «Parémonos, escuchémonos y veamos si tenemos más cosas que nos unen que las que nos separan» (María Luisa San Juan). Y resumo: «Un diálogo es mucho más que la comunicación de una verdad. Se realiza por el gusto de hablar y por el bien concreto que se comunica entre los que se aman por medio de las palabras» (Papa Francisco).