Por una herradura se perdió un imperio

En esta disputa, y para muchos, en este inesperado resultado, Torrelavega ha estado junto a la propuesta mal llamada oficialista, ya que de cada tres votos de los militantes, dos, fueron para Zuloaga. Esto no debe llevar a pensar que en la capital del Besaya no existe pensamiento crítico, o que son comparsas, aunque lo parezca, del líder de turno. Lo que hay en la agrupación más importante del socialismo extramuros de la calle Vargas, es un control de las filias bien ejercido por José Manuel Cruz Viadero, que nunca fue un líder carismático, pero sí efectivo a la hora de movilizar a muchos militantes. A él, y a su patrocinado, José Luis Urraca, seguramente, no les llegaría el agua al cuello en el recuento final porque, según quien vaya a ser el vencedor último en Santander, dependerá seguramente que el delfín vuelva a enarbolar su candidatura en las elecciones de 2027. Un veterano militante resumía gráficamente, lo que para él, ha sido un «error» de cálculo: «No se debe poner todos los huevos en la misma cesta».

Y esto ocurre cuando los datos electorales cosechados por el PSOE en los últimos 50 años, para bien o para mal, tienen nombres y apellidos. Manuel Teira (1979), Manuel Rotella (1983), José Gutiérrez Portilla (1991 y 1995) y Blanca Rosa Gómez Morante (1999, 2003 y 2007) consiguieron ser votados por mas de 13.000 torrelaveguenses. Por el contrario, en los primeros comicios encabezados por Cruz Viadero, apenas superaron el techo de los 7.000 –Urraca cosechó 6.103 en los últimos–. La irrupción del PRC de López Estrada les envió al banco de la paciencia sin querer ver cómo el regionalista fagocita lentamente a su socio de gobierno. Así y todo, ha sido la agrupación que más y mejor ha bendecido la política de su líder regional de gobernanza con Revilla.