Secciones
Servicios
Destacamos
Afrontamos una campaña electoral en la que, de largo, está imponiéndose sin remilgos la imagen y los gestos de los candidatos más que sus palabras. ... Debemos aceptar que en nuestro mundo, forjado ya por iconos, los elementos ideológicos y los programas han sido arrollados inmisericordemente por la potencia de la imagen, a pesar del riesgo cultural y social que conlleva debido al peligro de situarse por encima de las ideas en una sociedad que se nutre más de instagram, twiter o whatsapp que de la letra impresa, con el consiguiente riesgo de toparnos con la posverdad. Esta atracción fatal convierte al ciudadano en un votante indefenso, sepultado por un aluvión de imágenes de tal magnitud que llegan a esconder la verdad, agazapada detrás de una sonrisa –mueca forzada en algunos rostros– o bajo las canas repintadas y las arrugas tuneadas que venden serenidad y experiencia, aún corriendo el riesgo de exagerar el gesto hasta convertirlo en grotesco.
Con estas imágenes un tanto infantilizadas, se vende en almoneda electoral alegría, simpatía, modernidad y populismo. Ya no solo se acaricia a los niños en las calles como muestra de ternura, ahora se incluye en la fotografía un atuse de peludos, sabedores de que las mascotas son los nuevos reyes de algunas vidas. Refuerzan el mensaje con colores estridentes, se suben a una moto acompañando a remedos de folklóricas, tocan la guitarra hasta romper las cuerdas, se ponen el traje que nunca usaron y prohíben que se reproduzca su imagen con la copa o el cigarrillo en sus manos, tan habituales en sus vidas reales. No es algo nuevo, aunque ahora acentuado hasta el paroxismo. Suárez evitaba en los cartelones la sonrisa abierta por el mal estado de su dentadura, Felipe luchaba contra la juventud repintándose canas, y Rivera mostraba el cuerpo desnudo como «su» verdad.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias seleccionadas
Ana del Castillo
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.