Torrelavega: la incógnita por despejar

Una de las pocas ocasiones en la que los 42.189 electores locales han podido conocer descarnadamente el potencial de quienes piden ser alcaldes de la capital del Besaya fue en el debate organizado por El Diario Montañés, en el que, sin filtro ni red, quedaron bastante bien retratados. ¿Quién ganó el raid político? No hubo un claro vencedor, pero sí inesperadas sorpresas, como la del candidato de Ciudadanos, Julio Ricciardello –que si se cumplen los pronósticos probablemente no vuelva a la Corporación–, que despuntó por la contundencia en sus críticas y propuestas y por un atractivo perfil mitinero, cualidades ignotas por su escasa presencia pública en la legislatura.

Otra sorpresa fue la del novel Miguel Ángel Vargas, candidato in extremis del PP, que mostró una soltura inesperada, haciendo gala de haberse nutrido del conocimiento de la ciudad durante cuatro años como concejal que quedaron ensombrecidos por el personalismo de Fernández-Teijeiro. Alta preparación, sin vanas promesas, aunque esté falto de 'punch', de la fuerza y el brío en la acometida y de la capacidad de atracción personal que podría corregir con el tiempo. Discreto y correcto José Luis Urraca (PSOE), previsible Gómez Morante, casi intrascendentes los elegidos por Vox e IU, y poco llamativo López Estrada, vencedor siempre en las distancias cortas pero que flaquea en la puesta pública, pero que está siendo arropado por una de las más apabullantes campañas propagandísticas que se