Secciones
Servicios
Destacamos
Con rebrotes en todas las comunidades y la amenaza de una segunda oleada del coronavirus más presente que nunca, se nos ha presentado un nuevo invitado con el que nadie contaba en forma de enfermedad muy grave: la meningoencefalitis vírica, de la que se ... ha producido en España un brote inédito hasta ahora, con 19 personas afectadas en las localidades sevillanas de Coria del Río y La Puebla del Río, situadas en las marismas del Guadalquivir. 17 están ingresadas en centros hospitalarios, siete de ellas en la UCI; y doce de los diecinueve enfermos han dado positivo en la prueba de fiebre del Nilo.
El virus del Nilo Occidental provoca enfermedades que afectan a aves, especialmente córvidos, caballos y humanos; no hay evidencia de transmisión directa entre especies por contacto, sino que son los mosquitos los principales difusores de la enfermedad, aunque también se puede transmitir por ingestión de animales muertos por la enfermedad, de madres a hijos a través de la leche materna, por transfusión y por trasplantes de órganos.
En humanos, la mayoría de las infecciones de fiebre del Nilo no causan ningún tipo de síntomas, las infecciones leves pueden causar fiebre, dolores de cabeza y del cuerpo, frecuentemente con sarpullido e inflamación de los ganglios linfáticos. Las infecciones más graves pueden causar encefalitis y meningitis, que cursan con dolor de cabeza, fiebre alta, rigidez en el cuello, estupor, desorientación, coma, temblores, convulsiones y parálisis, y tienen una mortalidad asociada que ronda el 10%. No existe todavía tratamiento específico para esta enfermedad, se ofrecen terapias de tratamiento sintomático para las personas que tienen complicaciones más serias.
El origen exótico de la enfermedad ha convertido en presuntos culpables a dos especies de mosquitos que, provenientes de otras latitudes, se están dedicando a colonizar la península ibérica y el resto del mundo: el Aedes Japonicus, que tal como su nombre da a entender, es originario del este de Asia, y el Aedes Albopictus, también llamado mosquito tigre, que proviene del sudeste asiático. Cierto que ambas especies pueden ser vectores del virus del Nilo Occidental, pero también puede serlo el mosquito común o trompetero, presente en todo el hemisferio norte, así que es injusto culparlos sin pruebas.
Lo que no es injusto es culparnos a nosotros mismos de provocar, con nuestras acciones, situaciones como estas. El cambio climático, la destrucción de los hábitats y la globalización del transporte son las causas que provocan la aparición de especies impropias de nuestro entorno, que a veces pueden acarrear la introducción de nuevos patógenos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.