El nombre de José de Escandón

El libro se titula 'José de Escandón. La Sierra Gorda y el Nuevo Santander', y, como dice el autor en la introducción de su trabajo, pretende «acercar a José de Escandón y Helguera y el Nuevo Santander a la tierra que le dio vida y le inspiró los nombres de tantas villas y ciudades». Canales reconocía en aquel tiempo que «aquí en Cantabria es un hombre desconocido y por ello caído en el olvido, ni el más leve recuerdo en calle o plaza y nada digamos de monumento por insignificante que sea». Quizás fue por aquel libro, pero a alguien se le ocurrió poner su nombre al colegio público de Soto de la Marina, localidad donde nació. Hasta que la dirección del colegio promovió hace unos meses el cambio de nombre.

Es cierto que José de Escandón (1700-1770) no fue una monja de la caridad. Fue un militar que se embarcó rumbo a la Nueva España y fue ascendiendo a base de guerras contra ingleses e indígenas. Reconoció, conquistó y pobló la costa del norte del Golfo de México, fundando más de una veintena de ciudades con referencias montañesas como Santander, Reynosa, Soto de la Marina, Laredo… Acumuló una gran riqueza y fue el hombre más poderoso e importante de su época en aquellos territorios. Sus enemigos, los ingleses, le acusaron de ser 'Exterminator of the Pames of Querétano' y la leyenda negra ha permanecido latente. Aunque el director del centro escolar me asegura que el cambio de nombre por el de Costa Quebrada no tiene nada que ver con esa leyenda negra, presiento que el 'coronavirus' de la memoria histórica trasnochada está contagiando la salud colectiva que con tanto entusiasmo defendieron investigadores como Jesús Canales.