La novela negra en la España rural
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Hoy, las obras del autor manchego Francisco García Pavón (1919 - 1989) están descatalogadas, aunque en 2019, coincidiendo con el centenario de su nacimiento, en Cuarto Centenario se hizo una edición institucional de sus 'Obras completas' en cuatro volúmenes. Con su novela 'Las hermanas ... coloradas' obtuvo el Premio Nadal en 1969. Fue el creador de Plinio (en realidad se llamaba Manuel González), Jefe de la Policía Municipal de Tomelloso en la provincia de Ciudad Real. Allí se toma un Chinchón para comenzar la mañana y desayuna todos los días en la buñolería de Rocío y con su particular intuición y con la inestimable ayuda en las pesquisas de su amigo y colaborador el veterinario don Lotario, se dedica a perseguir los crímenes y delitos más dispares en su entorno más cercano.
Pero el autor de 'El rapto de las Sabinas' fue también doctor en Filosofía y Letras con una tesis sobre Clarín, Director de la Escuela de Arte Dramático de Madrid, Premio Nacional de la Crítica de Narrativa en 1969 con 'El reino de Witiza' y Director de la editorial Taurus entre 1960 y 1969. Fue Jesús Aguirre quien maniobró hasta cargarse a García Pavón como Director de Taurus. En 1972 televisión española estrenó la serie 'Plinio', con participación de José Luis Garci y Antonio Giménez Rico como guionistas y Antonio Giménez Rico como director. No le favoreció el costumbrismo con el que se rodó aquella serie, como no le favoreció que Vázquez Montalbán hablara de una obra vinculada al costumbrismo manchego. Pero no se puede hacer una historia de la novela policiaca española sin tener en cuenta a García Pavón.
Fue muy amigo de Félix Grande y de Eladio Cabañero y también mantuvo una buena relación con Enrique Tierno Galván a quien ayudó para que publicara en Taurus. Él llevó a Tomelloso a algunos de los más importantes escritores de la época como Cela, Gerardo Diego, Umbral, Gala, Joseph Pla... y fue un habitual contertulio en el Café Gijón.
Es verdad que en su obra eludía los problemas políticos en una época en la que el país estaba comenzando a cambiar, pero no fue un activista del régimen como lo fueron otros, sin olvidar que Pavón y su familia eran recordados en Tomelloso como republicanos. En realidad estaba retratando una España rural que desaparecía y que se volvía urbana consecuencia, entre otros factores, de una emigración masiva que buscaba un empleo y una calidad de vida que el mundo rural ya no proporcionaba.
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