Nucleares y desaladoras

¿Qué podemos hacer? Seguro que muchos así pensarán. Manifestarnos y manifestar nuestro deseo de que los mitos del pasado mueran de una vez por todas. Hay muchos 'Valle de los caídos' cargados de anacronismo que debemos cambiar de lugar en nuestras mentes. «Las nucleares son malas y peligrosas; los pantanos los construyó un dictador; los molinos de viento afean el paisaje…». Como sigamos así vamos a acabar con tanta electricidad como la que había en la cueva de Altamira.

Las centrales nucleares no son Chernóbil (que en paz descanse con la actual guerra en Ucrania). Francia, EEUU, Australia o China están construyendo cada vez más centrales y nosotros, en nuestra España quijotesca, las estamos cerrando o desmantelando. Sé de buena fuente los niveles de seguridad que tienen las centrales modernas, sus garantías de buen funcionamiento y la enorme rentabilidad que proporcionan a sus países (véase Francia), cuando el viento o el agua no hacen acto de presencia. ¡Nucleares sí! Muy probablemente, a medio y largo plazo, es mucho más contaminante y perjudicial para nuestra salud el carbón, el gas y el petróleo que quemamos para producir energía. ¿Estamos ciegos?

Repulso las dictaduras como el que más, pero ¿qué hubiéramos hecho en este país sin los pantanos durante los últimos 70 años? Nos hubiéramos muerto de sed; nosotros, nuestras lechugas y frutales. La solución ¿es hacer más pantanos? Ante la falta de lluvias lo único que nos queda por hacer es potenciar la investigación y el desarrollo de la tecnología para crear nuevas, mejores y más potentes desaladoras. ¿A qué estamos esperando? En este caso no vamos a tener los truenos de Santa Bárbara, más bien nos va a costar escucharlos. ¡Desaladoras ya!

Por otro lado Alemania y Holanda, por ejemplo, están plagadas de aerogeneradores, que ni a propios ni a turistas molestan. Cada energía tiene su cara y su cruz, como todo en la vida, pero si queremos ciertas dosis de seguridad debemos apostar por las nucleares y las energías verdes, son complementarias y si no queremos pasar sed: desaladoras. ¿A qué esperamos? El gran apagón y la sequía extrema nos esperan; sigamos protestando y sin hacer nada; eso es lo que mejor sabemos hacer.