La nueva Ley del Juego de Cantabria no es cuestión de suerte

Las leyes también cambian y se adaptan. En Cantabria, con la aprobación en el Parlamento de la nueva ley el pasado 13 de junio, hemos definido los ganadores: las personas vulnerables al juego patológico, los menores de edad, la seguridad pública, la salud, los empresarios de nuestra tierra, el consumo responsable. Y también los perdedores: el marketing sin escrúpulos, el fraude, quienes pretendan generar hábitos inadecuados y perjudiciales, la publicidad engañosa.

Utilizando algunas de las locuciones del término 'juego' que recoge el diccionario de la Real Academia de la Lengua, en esta legislatura 'dimos bien el juego': tuvimos favorable la suerte. En este caso, tuvimos un marco favorable para el desarrollo de la nueva ley. Ya en 2018 iniciamos un proceso de 'Juego Responsable', que llevó a la aprobación de la prórroga del plazo de validez de la suspensión de concesión de autorizaciones de explotación de máquinas recreativas de tipo B1 en nuestra región. En 2019 también introducimos, como nuevo requisito a cumplir por los establecimientos de juego, un régimen de distancias entre los mismos, así como entre centros educativos y unidades de salud mental. Aunque parezca sorprendente, no existía ninguna limitación ni planificación para la apertura de nuevos salones de juego en Cantabria. Hoy tenemos una de las más restrictivas en este sentido.

Eliminamos, además, los estudios de viabilidad previos en los procedimientos de autorización de nuevos salones de juego, dejando sine die la posibilidad de apertura de un salón de juego tras la viabilidad favorable. Y establecimos de un Servicio de Admisión obligatorio en todos los establecimientos de juego, homogéneo, incluyendo la gestión automática del registro de interdicciones de acceso al juego. Nueva sorpresa, tampoco existía esta obligatoriedad en nuestra comunidad autónoma.

'Abrimos juego', empezamos. El 27 de agosto de 2020 creamos el grupo de trabajo para la redacción del borrador del texto legal. Representantes de la Asociación Cántabra de Empresas Operadoras, Asociación de Empresarios de Juego de Bingo, Casino de Santander, sindicatos, Agencia Tributaria, Dirección General de Salud Pública, Servicio Cántabro de Salud, Consejería de Educación, Dirección General de Juventud, Federación de Municipios de Cantabria, representantes de los Ayuntamientos de Santander, Torrelavega y Castro Urdiales, Asociación Cántabra de Ayuda al Toxicómano (ACAT), Asociación Montañesa de Ayuda al Toxicómano (AMAT), Fundación Proyecto Hombre, Fundación Patología Dual, FAPA, CONCAPA, Federación Cántabra de Asociaciones de Vecinos (FECAV), y del Consejo de la Juventud de Cantabria. Comenzamos a buscar el consenso con muchos intereses 'en juego', en peligro.

'Hicimos juego', hicimos partícipe de los 66 artículos de la nueva ley a todos estos colectivos.

Dejamos 'fuera de juego' a nuestros menores, adolescentes, y personas con problemas de ludopatía. Incorporamos una regulación exhaustiva de la política de juego responsable, elemento vertebrador, con toda una serie de principios a los que debe someterse la publicidad del juego. Entre otras limitaciones o prohibiciones está la incitación a menores a la práctica del juego, el patrocinio en camisetas o equipaciones deportivas, en medios de transporte y en el exterior de los locales de juego ocupando la vía pública.

Sin embargo, nos vemos obligados a quedarnos 'fuera de juego' en materia de juego online, una competencia que no reside en el Gobierno regional, sino en el Estatal.

Aún así, 'creamos juego' con la Comisión de Juego de Cantabria, de carácter consultivo, de estudio y asesoramiento junto a los representantes de las organizaciones empresariales más representativas del sector y de las organizaciones sindicales. Y con la creación del Consejo Técnico de Coordinación y Seguimiento de las Medidas de Prevención, donde están representadas las Consejerías con competencias en la materia, las asociaciones, las Asociaciones de padres y madres de Cantabria, el Consejo de Juventud de Cantabria, y la Federación de Municipios de Cantabria.

Todo ello para 'dar juego', dar respuesta a la nueva realidad de la práctica del Juego en la región. Un ocio seguro y sin riesgos para los colectivos más vulnerables a los efectos negativos de un consumo irresponsable.

La nueva Ley del Juego de Cantabria no ha sido cuestión de suerte, sino de trabajo y consenso reflejado en la ausencia de votos en contra que tuvo esta nueva normativa en el Parlamento. Una muestra más de que juntos podemos.