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Este viernes se ha publicado en el Boletín Oficial la nueva Ley del Suelo de Cantabria, probablemente de las más importantes dentro de la competencia ... autonómica para el futuro de nuestro territorio. Un logro vital para nuestra comunidad autónoma, que avanza en el objetivo que todos perseguimos de un Desarrollo Sostenible, y moderniza y mejora el texto actual para una mejor y más ágil gestión tanto de nuestras ciudades como de nuestros pueblos y ámbitos rurales.
Esta norma partía de la redactada en la legislatura anterior, a la que se sumó un intenso trabajo del equipo de la Dirección General de Urbanismo de la Consejería de Obras Públicas para adaptarla a los nuevos tiempos, con importantes mejoras en ámbitos para agilizar la aprobación de los nuevos planeamientos, facilitar la rehabilitación de nuestros cascos urbanos, incorporar mejoras de accesibilidad en inmuebles antiguos, de eficiencia energética y de instalación de energías renovables para avanzar en el autoconsumo, impulsar los desarrollos industriales, así como agilizar la relación de empresas y ciudadanos con la administración, incorporando modernas herramientas como las declaraciones responsables.
Desde ese momento se inició una tramitación en la que la comunicación y participación pública ha sido intensa, con numerosas reuniones, exposiciones e informes de los sectores más implicados, entre otros: colegios profesionales, agentes sociales, asociaciones ecologistas, federación de municipios y sobre todo grupos políticos parlamentarios, responsables finalmente de su aprobación. Un periodo en el que agradezco el tono constructivo por parte de todos.
Fruto de ello ha salido publicada una Ley en la que únicamente un artículo, el de la posibilidad existente en Cantabria de construir una vivienda unifamiliar en determinados suelos rústicos próximos a suelos urbanos y sus condicionantes, ha sido objeto de un profundo debate hasta el final. Algo normal en un tema que surge con opiniones tan distantes, entre las cero construcciones nuevas que tenían como objetivo algunas asociaciones ecologistas y la elevada permisividad para construir en suelo rústico en toda Cantabria que propugnaba el PP. Esta nueva Ley se sitúa en un término medio entre esas posiciones extremas, ordenando el crecimiento para evitar la pérdida de nuestro territorio y paisaje, y exigiendo construcciones autosuficientes y acordes en materiales y formas al entorno rural en el que se ubican. Además, favorece a aquellos municipios en riesgo de despoblamiento en los que el objetivo es conseguir fijar población, de aquellos otros sobresaturados de crecimientos y construcciones, ligados a ámbitos más cercanos a las grandes ciudades y al ámbito litoral. Plantea en definitiva un modelo dual sobre cómo efectuar el crecimiento en Cantabria.
Únicamente ese artículo ha roto un consenso por el que llevábamos tiempo trabajando con todos los grupos parlamentarios, y que ha resultado imposible de conseguir por la cercanía del periodo electoral y los intereses políticos de algún grupo ante las próximas elecciones. En todo caso, esa conformidad de todos los grupos políticos con la práctica totalidad de la ley, me hace pensar que ha merecido la pena ese intenso esfuerzo para lograr el consenso y que una vez pase el periodo electoral será una ley duradera en el tiempo.
Esta ley no hubiera salido adelante, sin el trabajo de un equipo técnico liderado por el Director General de Urbanismo, Francisco G. Blanco, con la implicación de otros servicios de la administración autonómica, entre los que destacaría los de la propia Dirección General de Servicios Jurídicos de la Consejería de Presidencia, además de una labor parlamentaria de todos los grupos presentes en el Parlamento, con una implicación y agradecimiento especial a los portavoces de los grupos parlamentarios que sustentan al Gobierno, Pedro Hernando y Noelia Cobo.
Pero no podemos olvidar que no es un punto final, por lo que a partir de hoy seguiremos trabajando, informando en detalle a los ayuntamientos, cuya colaboración es esencial para el buen desarrollo de la ley, y por supuesto a los técnicos y profesionales que trabajan en nuestro territorio. Y al mismo tiempo trabajando en los desarrollos que conlleva una ley como ésta, en la que figuras como las futuras instrucciones técnicas de planeamiento o la planificación territorial tienen un papel importante para seguir avanzando en los objetivos que nos hemos marcado.
En definitiva, una Ley recientemente aprobada y ya publicada para el futuro de Cantabria que nos dirige hace una mejor y más eficaz gestión del territorio.
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