Secciones
Servicios
Destacamos
Desde el estallido de la crisis financiera, el mundo no ha hecho más que encadenar una crisis económica tras otra, hasta el punto de que, pese a haber conseguido logros importantes en materia de ocupación, hay países que todavía no han conseguido recuperar los niveles ... productivos que tenían en 2008. En este contexto de crisis profundas y recuperaciones tímidas, ya sabemos que la desigualdad no ha hecho más que crecer, un fenómeno en el que influye de forma importante la distribución de la renta entre trabajo y capital, pero también, cómo lo hacen, internamente, las rentas del trabajo.
En relación con estas últimas, una reciente publicación (el Monitor Adecco de Salarios) ofrece información de interés, aunque, quizás, un poco sesgada. Tras subrayar que, pese a tener un salario bruto medio por debajo del europeo, España es uno de los países en los que las relaciones 'salarios/PIB' y 'salarios/productividad' son de las más elevadas de la Unión Europea (sin mencionar que ambas están directamente vinculadas con nuestra estructura productiva y empresarial, así como con la escasa inversión en I+D+i de nuestras empresas, factores todos ellos en los que los trabajadores tienen poca influencia), el estudio de Adecco se adentra en el análisis del caso español desde distintas perspectivas. Sus conclusiones, pese a ser conocidas, no dejan de ilustrarnos sobre una realidad muy compleja.
La primera de esas perspectivas es que los salarios varían ampliamente según cual sea el sector de producción concernido. Pues bien, aunque en términos nominales los salarios han crecido en todos los sectores entre 2016 y 2021, y lo han hecho en mayor medida en donde era más bajos, sigue siendo la industria el sector que, con diferencia, paga los salarios más elevados, con toda seguridad porque el sector que tiene una productividad más alta. Lo llamativo aquí, lo verdaderamente llamativo, es que los salarios abonados en la construcción y los servicios son muy similares entre sí. En todo caso, son únicamente los salarios en el sector terciario los que han ganado algo de poder adquisitivo entre 2016 y 2021 (un 0,6%), ya que los de la industria y la construcción dieron lugar a un empobrecimiento real de sus perceptores del 3,1 y 1,3%, respectivamente.
El segundo aspecto a considerar es que, como norma, son las empresas grandes las que pagan los salarios más altos, en torno a un 30% por encima de la media, aunque entre 2016 y 2021 sólo los trabajadores en las pequeñas empresas ganaron algo de poder adquisitivo. El motivo de que las empresas grandes retribuyan mejor a sus trabajadores es, en esencia, que son más productivas que las pymes, al tiempo que están mejor organizadas, aprovechan en mayor medida las economías de escala, e invierten mucho más en investigación y desarrollo.
Examinados los salarios desde una perspectiva regional se aprecia la existencia de una correlación casi perfecta entre su nivel y el del PIB per cápita. Las comunidades autónomas que pagan los salarios más elevados son la madrileña y la vasca, mientras que en el extremo opuesto se sitúan las comunidades extremeña y canaria; por su parte, puede ser útil señalar que los trabajadores cántabros perciben un salario medio algo por debajo del existente a nivel nacional. Sea como fuere, no se puede obviar que las disparidades regionales en materia salarial son mucho menores que en renta por persona: el salario de Madrid es, en promedio, algo menos del 50% mayor que el de Extremadura o Canarias, mientras que la renta es casi el doble.
Otro aspecto a tomar en consideración al referirnos a los salarios es el relativo a su distribución por decilas. Dos son, en este respecto, los resultados que me parecen más destacables: por un lado, que el 10% de los trabajadores con salarios más bajos (la primera decila) obtiene unos ingresos que son casi diez veces inferiores a los del 10% de los trabajadores con los salarios más altos (la décima decila); y, por otro lado, que el salario medio de los trabajadores de la novena decila es casi un 40% inferior al de los trabajadores de la décima decila.
¿Qué conclusiones se pueden obtener de todo lo expuesto? Pues, aparte de que debemos mejorar sensiblemente nuestra productividad, pues es la mejor forma de conseguir salarios altos, lo anteriormente mencionado demuestra que referirnos a los salarios en general (sin precisar sector, comunidad autónoma, tamaño de empresa, etc.) tiene poca utilidad y puede ser equívoco. Tengámoslo en cuenta.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.