Borrar

¡A cubierto!

Olga Agüero

Santander

Lunes, 28 de agosto 2023, 07:03

Resulta un paradójico anacronismo para el progreso humano que en el siglo XXI alguien pueda divertirse matando codornices. La propia decisión de manejar un arma de fuego, el hecho de disfrutar ejercitando la puntería contra seres vivos, debería llevarnos a una profunda reflexión más allá ... de una atávica costumbre heredada en muchas ocasiones por tradición familiar. Porque ahora el cazador no mata para comer sino para disfrutar y presumir de puntería. Y es difícil digerir que esto pueda procurar satisfacción a alguna persona. Aunque, sin duda, más extravagante resulta que estas actividades se puedan considerar deportivas.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes ¡A cubierto!