Cuestión de interés

Mientras tanto, Torrelavega llora la pérdida del «interés turístico nacional» de su Gala Floral. Sucedió en 2017 aunque nadie se haya enterado hasta ahora, lo cual relativiza considerablemente la tragedia. A Pablo Zuloaga le ha pasado algo parecido. Le reprochan que su safari socialista por China para promover relaciones con Cantabria no tenga interés regional, porque la representación oficial correspondería al consejero de Industria. Y el puesto no está vacante, pese a la escasa presencia pública de su titular, que ha podido inducir al socialista a echar una mano con las gestiones comerciales.

La fiesta que sí ha ganado interés –o al menos expectativa– es la Gata Negra de Carasa sustituida por un peluche inexplicablemente metido en un trasportín. En origen, hace años, metían al animal en un saco y lo lanzaban desde dos metros de altura. Siempre hay resistentes al cambio. Véase el inexplicable recelo a quitar los símbolos impuestos por la dictadura. Hace 17 años se aprobó una Ley que obligaba a desnudar las calles de la propaganda franquista. Pero en Santander, la autoridad local aún no ha tenido ni intención ni valor para completar la limpieza. Circular hoy en Santander por el paseo de General Dávila debería ser tan impensable como hacerlo en Berlín por la avenida de Hitler.

Las dos leyes que prohíben mantener los rótulos franquistas resultan insuficientes para la Fiscalía de Cantabria, que ha archivado una denuncia «por falta de tipicidad penal». Es decir, que la justicia solo puede cruzarse de brazos ante el incumplimiento de la ley. Curiosamente hace solo unos meses en Fuensalida (Toledo) pasó todo lo contrario: condenaron al Ayuntamiento a cambiar el nombre de doce calles. Pero no debemos malpensar que la falta de tipicidad penal podría haber justificado la falta de interés.