Derrota

Este es un verano extraño. Cuando tendríamos que estar de verbena sin prestar atención a los telediarios, nuestros gobernantes se han puesto a negociar la futura financiación autonómica. El consejero de Economía ha venido de Madrid anunciando que a lo mejor Cantabria tiene que hacer ... sacrificios y dejar de ser la comunidad que más dinero recibe por habitante. No cabe mayor perplejidad. Parece ser que su mayor preocupación no es que Cantabria salga perdiendo, sino que Cataluña no salga ganando con una financiación especial. Ya nos han advertido de que si sucede lo llevarán a los tribunales. Vamos a luchar más por perjudicar a Cataluña que por beneficiarnos a nosotros, especialmente cuando el negociador que hemos enviado ya parte de una posición de derrota. Poco después, a la vista del revuelo, matizó que piensa reclamar una financiación suficiente aunque –pásmense– todavía no sabe cuál es, a falta de «un estudio serio» sobre el coste real de los servicios. Es decir, que hemos ido a negociar sin saber lo que tenemos que exigir. Tras este sonado incidente no extraña que la presidenta Buruaga haya acompañado al Racing a Santo Toribio. Toda influencia es poca para conseguir el milagro: besar el Lignum Crucis, rezar a la Bien Aparecida –virgencita, que me quede como estoy en asuntos de financiación– o incluso confiarse a las apariciones de Garabandal que, pese a no estar homologadas por el Vaticano, reciben generosas peregrinaciones internacionales. A la vista de ello las monjas de Zurita –organización monacal sin certificado de autenticidad– van a construir una ermita donde se produjeron las apariciones marianas. El protocolo del milagro de Garabandal estuvo bien organizado. Primero se apareció el Arcángel San Miguel, que es como una especie de delegado del Gobierno, para anunciar la visita de la Virgen. Y, efectivamente, compareció allí en la fecha indicada para hacer unas declaraciones apocalípticas sobre el pecado. Aquí en Cantabria se nos ha aparecido el ministro Óscar Puente en una carretera sin la liturgia previa de la anunciación. Y la presidenta Buruaga está a un paso de pedir que cesen al arcángel.