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Escaparate

Olga Agüero

Santander

Lunes, 16 de octubre 2023, 07:09

Hay amores que matan. Ignorado durante décadas el bosque de secuoyas de Cabezón de la Sal –más de ochocientos ejemplares plantados en los años cuarenta– ... vivió muy tranquilo en la más absoluta indiferencia hasta que, posiblemente, alguien pasó por allí y lo rescató del anonimato con algún 'selfie' que circuló por las redes sociales. Así parece haberse precipitado una corriente de visitantes foráneos y locales ansiosos por conocer y retratarse en tan singular escenario. De forma que ahora el bullicio perturba el silencio y la tranquilidad que debería procurarnos el paseo por el bosque.

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