En espera

Aquí, en Cantabria, se felicitan efusivamente tras la última estadística de empleo que alcanza cifras récord de ocupados, como en todo el país, y que además reduce al 7% la tasa de paro. Ahora que ya estamos trabajando casi todos solo falta por satisfacer otra demanda: que los sueldos alcancen para pagar los alquileres –esos sí que han asaltado el cielo de la especulación-, la luz y la cesta de la compra. Porque con tanto viento a favor no se explica que, como nos dijeron la semana anterior, la pobreza haya aumentado y afecte ya al 22 por ciento de los cántabros.

Pese a ello, a la vez se anuncia que somos la quinta comunidad con mejor calidad de vida. Al mismo tiempo que tenemos otro récord: la tasa más alta de pacientes en listas de espera después de un plan de choque que, al parecer, solo ha chocado contra la realidad. Pero es que, además, la cola de asuntos por resolver en la justicia de Cantabria es también desproporcionada. Hay más de cuarenta mil asuntos pendientes en los tribunales y se están señalando juicios para mayo de 2026. Así las cosas, solo resta confiar en que la cita judicial no nos coincida con la consulta de dermatología. Nos quedan dos primaveras.