Inquietud

Tampoco los empresarios están contentos. Se quejan de que el Gobierno cántabro no acaba de arrancar y el consejero de Industria responde que «nadie ha hecho más en menos tiempo». La réplica indica algo inquietante y es que el Gobierno considera que ya lo ha hecho prácticamente todo. Ya han bajado los impuestos, aunque nadie parece haberse dado cuenta todavía, y el presunto plan de autónomos –más bien trampolín para nuevos emprendedores– cuatro meses después solo existe en papel.

Pero lo más preocupante es que, según nos comunican, solo queda un as en la manga decisivo para cambiar el rumbo de la economía y de la industria en Cantabria: la agenda digital, definida como una «herramienta poderosa». Así que únicamente resta esperar a que fecunde esta «hoja de ruta», bautismo cuya mera invocación ya provoca una reacción de escepticismo.

Al parecer vamos a cambiar a un modelo productivo basado en nuevas tecnologías aunque, de momento, seguimos gestionando a golpe de talonario. Ya hemos subido el sueldo a los médicos y reducido la jornada lectiva de los profesores mayores de 55 años que, al parecer, soportan una carga docente excesiva para esa edad en la que los cirujanos siguen haciendo intervenciones de extraordinaria precisión. Esperemos que no se contagien. Bastante complicado es asumir que la subida de salarios, 80 millones de euros, no va a resolver por sí sola los problemas que tiene la sanidad pública.