Secciones
Servicios
Destacamos
El otro día leíamos que cientos de personas asistieron a una feria para adoptar mascotas en Torrelavega y unas páginas después se pedían familias para ... acoger temporalmente a menores. La lectura del periódico nos lleva sin querer a enhebrar estas paradojas. Una misteriosa bola llameante iluminó el cielo de Cantabria. Resultó ser un misil sin carga lanzado desde una base militar francesa. La imagen nos conduce a la información internacional donde, sin simulacros, llueven misiles de verdad. Donde miles de personas miran aterradas el cielo rojo de la guerra. Un escenario de ira y odio en el que ya han muerto catorce mil palestinos, entre ellos más de cinco mil niños.
Hay una fotografía altamente perturbadora, un pequeño ejército de médicos egipcios armados con incubadoras esperan en el paso de Rafah a los bebés palestinos evacuados de un hospital de Gaza. Muchos otros niños siguen expuestos a las bombas, mientras aquí preocupa que los nuestros estén expuestos a las pantallas de los móviles. Quizá entre Instagram y TikTok se les aparezca alguna imagen dramática de la guerra, aunque a algunos a estas alturas de la sublimación digital no les impresione por la costumbre de consumir la realidad virtual de videojuegos violentos.
En esta nebulosa vital cuesta distinguir lo real de lo simulado. Tampoco parece verosímil que aquí, en Cantabria, escaseen las agujas de insulina en los centros de salud y se tarde ocho meses en atender a las niñas con problemas de anorexia. Ni que se aspire a solucionar el asunto contratando un solo psiquiatra. Ni que solo se haya dado ese paso tras la denuncia pública. A los niños del Colegio Marqués de Estella les ha pasado algo parecido. Hace años que les llueve durante la clase de gimnasia porque el tejado del pabellón hace aguas. Tras la denuncia en el periódico es posible que, al menos, alguien corra a ponerles un parche. Dos muchachitos del sexto curso amenazan con mojarse mucho más haciendo huelga. Alabado sea el espíritu de reivindicación y bienaventurados sean los que protestan, patalean y molestan porque ellos serán recompensados por nuestras autoridades. Esos sí que no soportan que les lluevan las críticas.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias seleccionadas
Ana del Castillo
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.