Operación Gripe
El Lápiz de Penélope ·
Se nos avecina otra tormenta perfecta de las que, de verdad, nos inquietan a los ciudadanosSecciones
Servicios
Destacamos
El Lápiz de Penélope ·
Se nos avecina otra tormenta perfecta de las que, de verdad, nos inquietan a los ciudadanosMás allá de las sobresaltadas crisis políticas de una legislatura agotada –que mira hacia dentro de los partidos– se nos avecina otra tormenta perfecta de ... las que, de verdad, nos inquietan a los ciudadanos. Anuncian que la gripe estallará en Navidad con los centros de salud cerrados cuatro días, de viernes a miércoles. Leemos alborozados –fulminante espejismo– que Valdecilla tomará medidas contra la cíclica epidemia que, extrañamente, siempre les coge desprevenidos. El desencanto viene a renglón seguido, en el predicado del titular. El plan para Urgencias consiste en prohibir más de un acompañante por paciente, habilitar tres salas de espera más y –aquí va la campeona– usar el servicio «con racionalidad». Cualidad que ya nos gustaría atribuir a estas medidas. Ni un solo refuerzo de personal sanitario.
A poco que se utilice Urgencias se sabe que la norma de un solo familiar ya está en vigor. Créannos, es además efectiva porque con desafortunada frecuencia ni siquiera hay sillas para todos y se soportan esperas a pie junto a la camilla del enfermo. Lo llaman situación puntual. No porque sea flor de un día –como justifican ellos– sino porque se repite puntualmente con insólita costumbre. El plan, por tanto, es más bien una alerta ante el cataclismo, que evoca la habitual operación salida de tráfico. Se prevén atascos en Valdecilla. No enfermen todos a la vez. Aguanten en casa. Urgencias se satura porque los ciudadanos vamos allí con cualquier tontería. Lo raro de esta teoría es que en la puerta hay un médico que distribuye, a derecha, los casos menores y, a izquierda, los mayores, precisamente donde está el mayor colapso. Es decir, que ellos mismos verifican que no acudimos por capricho.
Resígnese a esperar no menos de dos horas, avisan. Eso es lo habitual. Cuando llega la gripe, al parecer, todos menos ellos sabemos que se duplica la desesperación. Al menos el plan no está bautizado en inglés, ahora que hemos descubierto la utilidad de las 'smartgaitas' santanderinas como puertas giratorias. Lo único que le salva es que no ha costado un euro. Solo otro desengaño más.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.