

Secciones
Servicios
Destacamos
Cuando se consiguió descifrar el genoma humano, allá por el año 2003, los científicos se llevaron algunas sorpresas. Por ejemplo, se encontraron que más de ... un tercio del genoma contenía secuencias repetidas, así que lo bautizaron como ADN basura. También pudieron comprobar que el genoma humano contiene unos 20.500 genes, lo que es aproximadamente el doble de los que tiene la mosca de la fruta, o un tercio más de los que tiene un nematodo, una especie de gusano diminuto.
Algo que sorprendió, y mucho, fue la presencia de material genético procedente de virus dentro del genoma humano. Hay discrepancias en cuanto a la cantidad exacta de este material, en cualquier caso, se acepta que en torno al 5-8 % del genoma humano está constituido por fragmentos de ADN de origen vírico. Los principales culpables son los retrovirus, virus cuyo genoma está compuesto por ARN, capaces de efectuar una transcripción inversa e integrar su genoma en el de la célula infectada. A lo largo de la evolución estas secuencias sin interés para el genoma hospedador han ido acumulando mutaciones sin sentido y pérdidas de material genético que los han inactivado. La mayoría de estos vestigios de antiguas infecciones retrovirales que afectaron a células de la línea germinal se incorporaron al genoma hace decenas de millones de años, pero al menos una familia de retrovirus se integró durante la divergencia evolutiva de humanos y chimpancés.
Al principio se pensaba que este material genético era un ejemplo de lo que se había dado en llamar ADN egoísta, que sólo busca perpetuarse y para el que no se conocía función. Sin embargo, investigaciones más modernas están arrojando resultados inesperados.
Nels Elde y Cédric Feschotte, genetistas de la Universidad de Utah, han demostrado que muchos fragmentos de ADN viral repartidos por el genoma forman parte, en realidad, de nuestro sistema inmune innato. Se trata de una primera línea de defensa contra todo tipo de agentes infecciosos, menos específica pero más rápida que los anticuerpos y los linfocitos, elementos estos del sistema inmune adaptativo, que es lo que solemos entender por sistema inmune.
Aunque todavía queda mucho trabajo por delante, todo parece indicar que la propensión de cada persona a sufrir infecciones víricas puede estar relacionada con estas variantes genéticas, y que el grado de protección que ofrecen está relacionado con la incidencia de virus en las regiones en las que evolucionó la población humana.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.