Secciones
Servicios
Destacamos
Dicen que la distancia es el olvido, susurra el bolero de Roberto Cantoral relacionando distancia y desamor. Nada más cierto; sí que es una dura prueba para amar y una objetiva manera de medir el cariño y más cosas, sobre todo cuando la distancia es ... inevitable o buscada.
Hace unos días en algo más prosaico, pero donde también manda 'el cuore' en otro sentido, pudimos medir y apreciar la distancia en el fútbol cuando un jugador, Mbappé, situado en flagrante fuera de juego, offside, fuera de lugar o en monumental órsay, que es como hay que llamarlo, un término contundente que nos recuerda a París y el arte moderno (Musée d'Orsay) y además el atraco de Francia. Pues bien, ese muchacho también francés y de museo (sobre todo por su precio) estaba en un órsay de tal magnitud y es una prueba tan objetiva que no debería de haberse tenido la más mínima duda para la anulación del gol en ventaja. Diríamos que era un órsay y un atraco morrocotudo, dicho esto con toda suavidad buscando cuidadosamente el calificativo, no vaya a ser, sabiendo como sabemos, cómo se las gasta ahora el fútbol con eso de los insultos.
Yo creo que la persecución de los insultos cariñosos al árbitro y al equipo contrario en el campo alejan más público de los estadios de fútbol que la televisión o los genios que lo dirigen. Sinceramente, aquí entre nosotros, aunque la necesidad de mesura era imprescindible, se están pasando un pelín. Naturalmente que jamás debe de permitirse la homofobia en los estadios y la discriminación sexual y todo lo soez, y mucho menos el racismo, que no merece más comentario, pero hombre que lo de Milán fue un robo y que los que lo certificaron son por lo menos unos cuatreros (no sé si cabritos o mostrencos serviría) debería no sólo de estar permitido sino que debiera de estar recompensado dicha la verdad o la verdad sea dicha. Sin embargo, si lo hemos sacado a colación, no es para corroborar que existía una posición adelantada con respecto a la defensa en el momento del pase para obtener ventaja, que así era, sino para reafirmar que el reglamento lo define como fuera de juego, es decir, como si estuviera fuera del estadio.
Pues bien, fuera del estadio es desde donde se nos hizo perder el partido. La Real Federación Española de fútbol (RFEF) y La Liga de Fútbol Profesional (LFP), más el ministro de Deportes (o ministra que ya tengo un lío) y el país correspondiente, en este caso España, fueron los responsables. Había fuera de juego y pintábamos poco. Estábamos en órsay sideral.
¿Creen ustedes que a Francia, Inglaterra, Italia, Bélgica o a cualquier país, por pequeño que fuere, que tuviera agallas y credibilidad, se lo habrían pitado? ¿Creen que ese VAR, que además enseña el órsay con recochineo repetido, lo hubiera certificado? Claro que no, porque el peso específico de las naciones y su influencia se tiene cuando por trayectoria, por sentimiento, por prestigio y por determinación se lo haya uno ganado en cualquier ámbito, también en el fútbol.
Algo así sucede en la política: la distancia, el olvido y el órsay posicional tienen decisiva importancia. Hace unos días se convocó una Conferencia Internacional sobre el Clima organizada por Naciones Unidas y siendo España uno de los países más vulnerables y participativos sobre cambio climático del mundo, ni estaremos en Glasgow ni se nos espera. Órsay posicional, estamos mal situados.
No es sorprendente porque tampoco estamos en el G20 donde no somos miembros sino 'invitados permanentes' cuando representamos la cuarta potencia europea y el décimo país del mundo en economía y calidad de vida ('The Economist'). Órsay posicional. Estamos mal situados.
Recordarán en junio la entrevista de Biden, presidente de EE UU, ese señor mayorcito e impertinente, con nuestro presidente Sánchez en la reunión de Jefes de Estado y de Gobierno europeos y de la OTAN, dado que tenemos bases norteamericanas generosamente compartidas. Se nos señaló fuera de juego cuando nuestro presidente iba caminando a su lado. Órsay posicional. Estamos mal situados.
No habrán olvidado como Puigdemont y unos cuantos acólitos, todos en fuga, que estuvieron paseando sucesivamente por Bélgica, Alemania, Francia e Italia dándoles un ataque incontenible de risa cada vez que reclamamos que se cumpliera la Euroorden del juez Llarena. Órsay flagrante posicional. Después de haber indultado a sus compañeros sediciosos-malversadores poco se pudo hacer. Estamos mal situados.
Seguro que recuerdan como México, Venezuela, Nicaragua y ahora Perú y algunas otras naciones hermanas insultan a su madre patria y sus símbolos repetidamente. Es porque estamos en flagrante fuera de juego. Órsay posicional. Estamos mal situados. Y así sucesivamente...
Mejor escuchar 'Los sonidos del silencio' de Simón en canto gregoriano desde Santiago de Compostela en su Año Santo, que siempre relaja, y esperar tiempos mejores. Porque mientras tengamos comunistas en el Gobierno estaremos en un órsay permanente.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.