Elecciones y políticas

Históricamente, los gobiernos republicanos, herederos del liberalismo económico clásico, favorecen políticas a favor del mercado con reducción de impuestos y desregulación, que en el corto plazo suelen elevar la confianza de los inversionistas y, con ello, suben las cotizaciones de las acciones.

Este enfoque tiene sus raíces en el pensamiento de algunos economistas como Adam Smith y Milton Friedman, quienes abogaron por la eficiencia de los mercados libres para generar riqueza. No obstante, desde un enfoque histórico más amplio, los datos revelan que los mercados tienden a prosperar más bajo administraciones demócratas. Aunque este partido se asocia con políticas keynesianas, de mayor intervención estatal y redistribución de la riqueza, a largo plazo generan una estabilidad que resulta en mejores rendimientos bursátiles. Un estudio de MorningStar que abarca 70 años –entre 1953 y 2023– nos dice que si un ciudadano hubiera invertido 1.000 dólares cada vez que un demócrata gana y los hubiera vendido cuando lo hace un republicano, habrían crecido a 62.000 dólares, comparado con los 27.000 dólares bajo la estrategia inversa, invirtiendo solo con los republicanos y vendiendo cuando ganan demócratas. Esto subraya cómo el enfoque regulador y redistributivo puede fomentar un crecimiento económico más equilibrado y sostenible.

Este contraste resalta una lección central de la Historia del Pensamiento Económico: la interacción entre mercados y políticas públicas no es lineal, y las medidas que favorecen el corto plazo no siempre son las más eficaces para generar estabilidad en el largo plazo.