La financiación de la UC

Para Cantabria, alcanzar el 1% de su propio PIB implica un plan de financiación progresivo desde 2025 hasta 2030. Suponiendo que creciera hasta ese año al mismo ritmo que lo ha hecho el último, esto es, un 1,8%, y que la aportación fuera en 2025 de 100 millones de euros, entonces la financiación habría de ser de aproximadamente 175 millones en 2030. Eso quiere decir que de 2026 a 2030 debería aumentarse la aportación regional y estatal en unos 75 millones de euros. Esto es, 15 millones de euros al año hasta el 2030. Estos incrementos permitirían un ascenso ordenado hacia la meta de 2030, asegurando que la Universidad de Cantabria disponga de los recursos necesarios para cumplir el compromiso de la LOSU y garantizar una docencia, investigación y transferencia de conocimiento de calidad.

El desafío para Cantabria no solo es financiero, sino estratégico. Dada su posición modesta en términos económicos, alcanzar esta meta es crucial para garantizar la equidad educativa en el marco nacional. Además, requiere un esfuerzo coordinado entre el gobierno autonómico y estatal, asegurando que todas las regiones, independientemente de su peso económico, contribuyan de manera proporcional al fortalecimiento del sistema universitario público.

Este enfoque progresivo destaca la importancia que tiene planificar inversiones sostenidas que impulsen tanto el desarrollo regional como la cohesión educativa nacional.