Pensiones en España

Las pensiones contributivas deberían tener una cuenta separada y pagarse con las cotizaciones a la Seguridad Social de las empresas y trabajadores, de tal modo que cada trabajador tenga una cuenta en la que se anoten las cotizaciones realizadas por él y la empresa. De este modo el trabajador cobrará una pensión proporcional a los años cotizados. Este sistema incentivaría trabajar más años, cotizar más años y pagar menos años de pensiones. Es decir, se garantizaría la sostenibilidad del sistema de pensiones.

Las pensiones no contributivas y el resto de ayudas sociales puede anotarse en una cuenta de 'acción social' que habrá de pagarse con los impuestos directos e indirectos recaudados. Las pensiones según cotización no deberían tener ni un mínimo y ni un máximo, con este sistema. De hecho esto es lo que se hace en casi todos los países europeos. España es de los pocos países en Europa que tiene la prestación topada. En Luxemburgo la pensión máxima está topada en 9.192 euros/mes por los 3.059,23 euros/mes como máximo en España. En Grecia, un país menos desarrollado que España, un jubilado cobra una pensión máxima de 4.606 euros/mes. Salvo algunas excepciones en el resto de Europa, no hay máximo a la cuantía más alta y cada jubilado cobra en función de lo cotizado. Los incentivos a trabajar son los verdaderos motores de cambio de nuestra sociedad. De este modo el sistema de pensiones se hará sostenible y justo.