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¡Ay, Begoña!

Por su irreverencia se le han echado encima a la enfermera todas las fuerzas vivas

Miércoles, 15 de marzo 2023, 07:13

Como tantos irresponsables del mito y de la historia –desde Ícaro, el de Dédalo, hasta Jesé Rodríguez–, la pobre Begoña Suárez cree que la juventud es suficiente. Hablamos, entiéndanme, de la juventud como se estila ahora: con desenfado audiovisual, a golpe de clic, en un ... ágora consagrada por entero al victimismo y al verbo adolescente. Las únicas imágenes disponibles de la enfermera de Cádiz muestran a una indignada portavoz de un trío de profesionales (las otras dos son, respectivamente, granadina y donostiarra) que se queja, en una sala del hospital Vall d'Hebrón de Barcelona, del requisito del idioma propio («el puto C1») para aprobar las oposiciones en Cataluña. Begoña mira a cámara y exclama, vivaz y altanera, que ella no piensa apuntarse a ningún curso para aprender catalán, que faltaría más. Sus compañeras muestran mayor flexibilidad o resignación.

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