8M, ni puros ni relajo

El mismo puro relajo con el que gobierna Buruaga en Cantabria. Desde hace ocho meses, su Consejo de Gobierno, los del puro relajo, no hacen prácticamente nada, permanecen impasibles a lo que sucede en nuestra comunidad autónoma. El paro aumenta; la economía se estanca; no se crean nuevas empresas; no se licitan nuevos proyectos y no se convocan ayudas. Y todo esto sucede porque el PP no está haciendo lo que tenía que hacer, no está defendiendo los intereses de los cántabros ni de las cántabras. Buruaga debe asumir su papel y ponerse a gobernar de una vez, ser presidenta conlleva una responsabilidad que de momento no asume y que perjudica a los intereses de Cantabria.

Con un repertorio compuesto por canciones como «popular entre la tropa era Adelita, que además de ser valiente era bonita», 'Puro relajo' llega al Palacio de Festivales como si este hecho fuese lo normal o usual para celebrar una fecha tan señalada como el 8M en la que reivindicamos más avances por una sociedad más justa con igualdad plena entre mujeres y hombres.

En este punto, nos preguntamos si el motivo por el que el Ejecutivo regional ha contratado a cinco hombres es porque a la presidenta Buruaga le gustan las rancheras o porque no ha encontrado en nuestra comunidad autónoma mujeres cantantes, artistas o creadoras con tanto talento como atesoran para amenizar una gala donde reivindicamos más derechos y valoramos el trabajo de las mujeres de Cantabria que durante generaciones han conquistado avances. Un hecho inadmisible, que no tiene cabida en una sociedad que lucha cada día, con esfuerzo y valentía, mucha valentía, por lograr la igualdad plena, efectiva y real.

A esto que hace el Gobierno de Buruaga se le llama discriminación, se le llama dejar de lado a las mujeres de Cantabria que hacen de la cultura su profesión. Porque es una realidad, que las leyes no funcionan solas y que el único camino para alcanzar una sociedad igualitaria donde no se invisibilice el talento de las mujeres, ni en la cultura, ni en ningún ámbito, es que los gobiernos y las instituciones actúen y asuman su responsabilidad.

Insto a Buruaga a ponerse al lado de las mujeres, a defender sus libertades, a dejar atrás el tiempo en el que los diputados y diputadas del PP de Cantabria votaban en Madrid en contra de importantes avances feministas como la ley del aborto o se abstenían a la ley de igualdad. También es fundamental que el PP se desmarque de su pasado, cuando recurrió y perdió en el Tribunal Constitucional su pretensión de echar atrás la ley que amplió y equiparó los permisos de paternidad y maternidad para garantizar la igualdad entre hombres y mujeres.

El camino andado por el movimiento feminista demuestra que podemos avanzar, que hay siempre terreno que ganar, y en esto es fundamental asumir el desafío pendiente en materia de derechos humanos como es la igualdad real, porque no entendemos una democracia sin feminismo y porque una sociedad que avanza en igualdad es una sociedad más justa y equitativa.

En Cantabria tenemos un PP que trata de esconder los pasos atrás que da. En las últimas semanas la Consejería de Cultura ha eliminado el programa 'Mujer y Cultura' –un programa que pretendía acercar, fomentar y difundir el talento de las creadoras y artistas visibilizando la labor cultural de las mujeres referentes– y en su lugar ha presentado 'Cultura expandida'.

Las palabras dicen mucho, por eso siento bochorno al ver cómo la consejera se mofa y resta importancia a haber utilizado las mismas bases para la nueva convocatoria, pero cambiando palabras. Palabras que para el PP no tienen importancia. Por ejemplo, en lugar de 'mujeres' ha utilizado la palabra 'personas'.

Los hechos también dicen mucho, nadie en los ámbitos académicos de nuestro país niega la brecha existente en las materias STEAM (científicas y tecnológicas). En Cantabria, por ejemplo, las ingenierías informáticas y marinas cuentan con más de un 74% de alumnado masculino. Por eso se ha venido desarrollando durante años el programa Steam Talent Girl, un proyecto con que fomentábamos las vocaciones científico-tecnológicas dirigido específicamente al talento femenino y que ahora, nuevamente, ha sido desvirtuado por el Partido Popular al incorporar a los varones al mismo.

Mi compromiso con la sociedad de Cantabria me lleva a firmar esta tribuna en la que lamento y critico los pasos atrás en igualdad, señalo y discuto las decisiones políticas que han llevado al Gobierno de Cantabria a banalizar el 8 de marzo, y reconozco y celebro el impulso de los colectivos feministas por andar y defender este camino constante de conquista de derechos y libertades en materia de igualdad.