Secciones
Servicios
Destacamos
El palacio de los Acebedo en Hoznayo, definitivamente ha abandonado la Lista Roja de Hispania Nostra en donde infortunadamente ingresó en 2009. Es una gran noticia, el mejor edificio renacentista de Cantabria se ha salvado.
En ese año y tras varios y débiles intentos ... de recuperación, el palacio ofrecía un estado de abandono y ruina, previo al colapso, invadido de vegetación y sin cubierta, la vieja torre en estado calamitoso y la capilla desmoronándose con un entorno que no le hacía justicia. La desidia y el abandono le llevaron a ese listado vergonzoso.
La Lista Roja, nacida en noviembre de 2007, es una iniciativa de Hispania Nostra, con el fin dar a conocer y proteger aquella parte de nuestro Patrimonio cultural y natural que se encuentra en abandono y en peligro. Se pretende llamar la atención de la sociedad, de propietarios e instituciones del riesgo a que están expuestos algunos elementos históricos y que puede conllevar su desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores. Se tiene en cuenta el valor arquitectónico e histórico, la relevancia social y las amenazas existentes, y se pretende por encima de todo conseguir con esta llamada de atención su recuperación. La mayor alegría se consigue cuando pasa a la Lista Verde de la Esperanza.
En España están inscritos en ese listado 1.100 elementos patrimoniales. En Cantabria la Lista Roja defiende 44 bienes distribuidos en toda la Comunidad y en ella encontramos construcciones tanto civiles como religiosas, antiguos hospitales, ermitas rupestres, lazaretos, pinturas góticas, patrimonio industrial y centros históricos y entre otros citaremos a la Puebla Vieja de Laredo, uno de los más importantes bienes de esta comunidad que se deshace como azucarillo en agua y del que tenemos esperanzas, si lo acometen los responsables institucionales como recientemente prometieron, el convento de la Santa Cruz y el castillo de Corbanera, en Santander; el Cargadero de Dícido, en Mioño; la ermita rupestre visigoda de Socueva, en Arredondo; la casa torre de Calderón de la Barca, en Viveda -cuesta creer que el solar del dramaturgo se encuentre en tal estado-; la casa de Juan Cosme de Albo, en Limpias -destartalada por la incompetencia de algunos-; la torre de los Alvarado, en Secadura; el lazareto de Abaño, en San Vicente de la Barquera -con sus pinturas navales de máxima importancia que desaparecerán si no se actúa con urgencia-; la capilla de la Concepción, en Riva de Ruesga -con sus pinturas góticas que tienen el mismo destino-; el palacio de Ceballos el Caballero, en Argomilla de Cayón; las escuelas de Terán -con su historia ilustrada-; las sugestivas torres de Bores y de Cadalso; el paredón de San Telmo; los sanatorios de Pedrosa, de Vega de Pas y el palacio de Chiloeches, -antiguo hospital napoleónico en Santoña-; la casa de Bustamante Rueda, en Alceda -solar de uno de los ilustres marinos que honraron nuestra tierra-; la grúa Priestman y la ermita de Cintul, en Cos -las últimas incorporaciones-. No son los únicos, la lista es mayor y para conocerla se puede consultar la pág. web.
El palacio de los Acebedo, cuya titularidad la ostenta la Casa de Medinaceli, ha dejado esa lista y con honores entra en la verde esperanzadora, los responsables de su salvación son Miguel y Elías Diego, del Grupo los Pasiegos que han apostado desde la financiación privada por la recuperación del Patrimonio demostrando un cariño por nuestra historia. y entendiendo que las inversiones en cultura producen también un retorno económico (1987. Sintra, Consejo de Europa. Economía y Financiación de la Cultura).
La titularidad del Palacio de Los Acebedos la ostenta hoy la Casa Ducal de Medinaceli, que ha formalizado una fundación para poder gestionar o mantener los innumerables inmuebles que por toda la Península han ido heredando.
En 1613, Fernando de Acebedo, arzobispo de Burgos, Presidente del Consejo de Castilla, miembro del Consejo de Estado, Patriarca de las Indias e Inquisidor General, confía al arquitecto trasmerano Juan de Naveda, Maestro Mayor del Arzobispado de Burgos y de las Fortalezas de la Costa, la construcción de un palacio adosado a su antigua torre-solar con una capilla de grandes dimensiones para panteón familiar de los cuatro hermanos Acebedo.
Los escultores sorianos Gabriel de Pinedo y Esteban Fernández labraron los bultos funerarios de los hermanos que custodiados desde hace años en el Palacio de los Hornillos, volverán al lugar donde deben estar.
Todo el conjunto fue declarado en 1979 Monumento Histórico-Artístico de carácter Nacional y en 2003 las estatuas orantes de los Acebedos fueron declaradas Bien de Interés Cultural (BIC), lo que no impidió su abandono y degradación. Hoy la nueva la situación torna un destino favorable. Sirva este como encomiable ejemplo del fértil beneficio que la recuperación del patrimonio histórico aporta a la sociedad contemporánea, pues a través de ellos se reconoce la antigüedad del territorio en que se ubica, la historia que conlleva y los méritos alcanzados por los que allí habitaron. Queda también patente con sus blasones y divisas la dignidad y nobleza de sus gentes, señalando los más altos ideales que sostienen nuestra convivencia. Al rehabilitar el edificio queda constancia del aprecio y justificado orgullo de sus habitantes por su historia y patrimonio, dejando a toda la sociedad en muy buen lugar. Por todo ello, solo cabe agradecer la iniciativa y generosidad.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.