Los partisanos eran nazis

Cualquiera que lea lo anterior reaccionará con incredulidad pensando que al escribidor o se le ha ido la cabeza o simplemente proyecta un futuro distópico de imposible cumplimiento.

Sin embargo, es precisamente eso lo que está ocurriendo en torno a la actividad terrorista de ETA y todo el conglomerado nacionalista en el País Vasco: al inicio de la democracia el pueblo vasco era uniformemente nacionalista, antimonárquico, vascoparlante y estaba oprimido por unas fuerzas de ocupación llegadas todas ellas desde 'Madrí' a las que la actividad pacifista y el sacrificio moral de una generación fue capaz de expulsar; el gran éxito del nacionalismo en su lucha redentora es que no hubo víctimas.

La ley de víctimas que Vox promueve en el parlamento cántabro, igual que las distintas leyes de víctimas que se han ido aprobando en otras comunidades, basadas en la ley nacional, suponen el reconocimiento de la existencia de las víctimas y su sacrificio personal en pro de la democracia española, un perjuicio particular en beneficio del interés social que debe ser reconocido por la sociedad y que debe darles un lugar de honor en el panteón democrático.

Pero la ley de víctimas trasciende este objetivo inmediato en aras de algo mucho más relevante y que la guerra de Ucrania nos está recordando a cada momento: la libertad, individual y social, la democracia y el modo de vida de los pueblos no es algo que nos venga dado, sino que es fruto de una lucha constante de los miembros de esa sociedad; y hay momentos en los que toda la sociedad se enfrenta a desafíos totalitarios que pretenden imponer una única visión y una única forma de ver nuestra sociedad. Las víctimas nos recuerdan que, ante la maldad de unos pocos y la pasividad de muchos, solo el sacrifico del pelotón de víctimas salvó la democracia española. Sin ellos, o no sería democrática o no sería española. Víctimas en cuyo honor no sonó ete viernes el himno de España en el acto realizado en La Magdalena.

Mi reconocimiento a las víctimas héroes de nuestra democracia.