Un paso necesario

Por ello, desde Podemos e Izquierda Unida damos un paso necesario y responsable para poner nuestro granito de arena en mejorar Cantabria, en dotarla de un futuro próspero y llegar a cada rincón de nuestra tierra, desde los núcleos urbanos más grandes hasta el pueblo rural más pequeño. Iniciamos un largo camino creando un amplio espacio de progreso, que esté abierto a los agentes sociales y políticos de nuestra tierra.

Somos conscientes de las prioridades que ahora más preocupan, derivadas de una pandemia que nos está dejando duras consecuencias sanitarias, económicas y sociales. Seguiremos aportando para salir de esta situación lo mejor posible, sabiendo que toda crisis aumenta la brecha entre los que más tienen y son menos y las familias trabajadoras y personas más vulnerables que son la mayoría. También aquí sabemos a quién dedicamos nuestras propuestas y soluciones.

Además de lo urgente, hay demasiadas cuestiones importantes, largamente desatendidas en Cantabria, que exigen nuestra atención. Por ello, necesitamos dar una respuesta coral a los retos a los que nos enfrentamos: la falta de empleo de calidad en una comunidad que lleva a la emigración a parte de la población cántabra, incluida nuestra juventud; los fatídicos planes de ordenación del territorio propuestos por el actual Ejecutivo; el desafío ultra que busca que perdamos derechos sociales y una involución en políticas de igualdad, diversidad y convivencia; o la destrucción sistemática de nuestro legado cultural, ambiental y tradicional. En definitiva, es el momento de construir una alternativa social y política cántabra que desemboque en una candidatura electoral unitaria a nivel autonómico y local y sea capaz de canalizar estos desafíos.

Cantabria requiere de un espacio amplio de izquierdas y autónomo que ponga cabeza ante los proyectos de ley que marcarán el futuro de toda una generación. Por ello, mostramos nuestra voluntad pública de colaboración, cooperación y planificación en un proyecto para nuestra tierra que aborde la realidad vecinal y el reclamo de las calles, frente a la crispación, odio e individualismo que unos pocos pretenden imponer al resto, que somos más. Es nuestro deber poner todo nuestro esfuerzo en ofrecer una alternativa seria, solvente y con un proyecto integrador y de apoyo mutuo entre sus participantes. Una alternativa comprometida con el bien vivir. Un paso necesario, sin duda, que comenzamos a compartir.

Tenemos un espejo en el que mirarnos, un proyecto político que, contra todo pronóstico, ha sido capaz de formar un gobierno de coalición en España y dar una impronta nítidamente de izquierdas. Que ante la peor crisis sanitaria de los últimos cien años ha conseguido amortiguar sus consecuencias gracias a un escudo social inédito, con una movilización de inversiones públicas nunca antes conocida en nuestro país. Nadie duda de que nuestra presencia en el Gobierno del Estado ha dado a esta crisis la respuesta social que no dio el PP en la anterior crisis y que arrojó cifras dramáticas de desempleo, recortes y desigualdad. No todos somos iguales.

Aún con pandemia y en poco más de un año, España ha acometido reformas y mejoras, largamente demandadas en el pasado, pero desoídas por los anteriores ejecutivos. En poco más de un año de legislatura se han aprobado la Ley de Protección de la Infancia, la Ley 'Sólo Sí es Sí', la Ley 'Rider', la Ley del Juego, la Ley de Cambio Climático o la Ley de Eutanasia, ampliando derechos y protegiendo a quien peor lo pasa. Sin la presencia de Izquierda Unida y Podemos en el Gobierno de España, varias de las grandes leyes de la actual legislatura hubieran sido imposibles o habrían sido insuficientes.

Eso es lo que queremos para nuestra comunidad. Eso y que, de una vez por todas, haya un Gobierno en Cantabria que reconozca nuestra autonomía como una suma de derechos, pero también con el deber de asumir las competencias que nuestro Estatuto de Autonomía contempla y que no son aplicadas. Que exista un proyecto fuerte y decidido a tomar decisiones valientes para construir la sociedad que soñamos. Hagámoslo en unidad por Cantabria.