Secciones
Servicios
Destacamos
Cada viernes dedico este espacio a profundizar en temas relacionados con la actualidad, a tratar de entender lo que pasa porque de tanto repetirlo y ... escucharlo sucede como con un chicle, que lo sigues mordiendo aunque no te sepa a nada. Sin embargo, la actualidad no siempre es algo que les sucede a otros que son noticia, la actualidad también le pasa a usted, o a su vecino, o al conductor con el que se ha cruzado esta mañana en la rotonda y le ha pitado.
En los vínculos que establecemos con las personas que nos rodean escribimos nuestra propia actualidad, y es curioso que no nos demos cuenta de la importancia que esto tiene porque, en cuanto faltan ciertas personas, es como si una noticia saliera vacía en mitad del periódico. Necesitamos a los otros para contar, lo sé porque estos días que mi tío Pedro no ha podido leerme, no he sido capaz de contar nada. ¿Son conscientes del peso que tienen los afectos en su día a día? Yo por ejemplo pienso en mi tío cuando empiezo a escribir un artículo porque sé que me va a leer, y esa noción subjetiva de que está al otro lado del papel hace que coja carrerilla, que redacte bien y más bello lo que sea que tengo que contar. Siempre he creído que debía dedicarle un artículo porque aunque no lo sepa escribo mejor gracias a él, y eso no es noticia, pero creo que es importante, sobre todo si logro que a usted que está leyendo esto le venga a la mente esa persona que le provoca lo mismo: ser mejor.
Varias veces he estado a punto de escribirle un artículo, pero entonces llegaba la actualidad con su urgencia y en vez de reflexionar sobre la importancia de los vínculos lo hacía sobre los estragos de la lluvia, o sobre Ucrania, la subida de precios, la violencia machista o Shakira. Hasta hoy. Hoy la actualidad somos nosotros, anónimos protagonistas, ustedes y yo, del artículo que va a leer el tío Pedro.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Pastillas, cadáveres en habitaciones distintas... la extraña muerte de Gene Hackman y su mujer
Oskar Belategui | Mercedes Gallego
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.