El PP prepara ya la convención nacional de otoño que pretende ser la escenificación del arranque de la travesía triunfal hacia el cambio político de la mano de Pablo Casado que auguran los sondeos. El escaparate de la absorción de Ciudadanos para ocupar el ... espacio de centro y al mismo tiempo frenar la expansión de Vox por la derecha. La estrategia popular incluye en estos tiempos relevos en aquellos territorios donde no gobierna, como en Cantabria. Las miradas se posan en el más firme valor del partido, Gema Igual, que ahora tiene a su alcance la mayoría absoluta en la capital y hasta en un momento dado podría atreverse a disputarle el Gobierno regional a un Revilla en declive, pero lo que no parece dispuesta es a dispersar las energías y a desgastarse en las batallas internas del PP.
Llevamos dos años de run-run intermitente sobre las intenciones de Génova de relevar al equipo dirigente del partido en Cantabria al mando de María José Sáenz de Buruaga. Desde aquella sorprendente designación de Ruth Beitia como candidata autonómica para las elecciones de 2019, que acabó como el rosario de la aurora y hubo que devolver a Buruaga al cartel electoral. El fiasco fue monumental, y tuvo consecuencias negativas en las urnas, pero no sirvió de escarmiento. A cada rato siguen llegando rumores del cambio de liderazgo en Cantabria que ya se ha producido en alguna otra comunidad donde el PP está en la oposición, la última en Valencia.
A la espera de las señales que emitan desde Madrid, todo el mundo a la expectativa: los nuevos críticos de Diego Movellán, los viejos críticos que en su día apoyaron a Ignacio Diego y el oficialismo de Buruaga, que responde a las críticas internas sobre el declive del PP cántabro con una encuesta optimista que devuelve al partido al primer lugar del escalafón en Cantabria. La dirección del partido cree estar en condiciones de ganar el congreso regional que se celebrará después de la convención nacional prevista para finales de octubre. La integración de las distintas facciones en una lista única siempre es posible, pero no parece fácil.
La referencia principal en el PP cántabro cuando se habla del futuro es siempre la alcaldesa de Santander, Gema Igual, quien sostiene la principal fortaleza del partido en la región, y tiene el respeto de todos los sectores y la buena consideración de Madrid. Ella es bien consciente de esa jerarquía, pero se conduce con cuidado. Ha huido permanentemente de las intrigas sobre el control del partido, de la pugna en la que tiene poco que ganar y mucho que perder en el escenario tan convulso que viven los populares desde el congreso de 2017, de las pequeñas y grandes escaramuzas del día a día partidario en las que sólo puede desgastar su capital político.
O sea, hacerse cargo del partido sería un auténtico 'marrón' para Gema Igual, justamente cuando sus perspectivas políticas son mejores que nunca, con posibilidades de alcanzar en 2023 la mayoría absoluta: crecer de los 11 concejales actuales hasta 14 de los 27 concejales de la Corporación, según los estudios que maneja el PP santanderino, a partir del hundimiento de Ciudadanos. Y si no alcanzase la mayoría tampoco sería tan complicado el acuerdo con Vox, en claro crecimiento.
Gema Igual y su equipo creen que su estrategia de contener con paciencia y el menor estrépito posible los arrebatos frecuentes de Javier Ceruti, el portavoz de Ciudadanos, socio en el gobierno municipal con dos ediles, está siendo eficaz. El objetivo es que en los comicios de 2023 los votos del partido naranja en extinción se trasvasen con naturalidad hacia el PP. Mientras Igual tiene una imagen muy consolidada ante las urnas, los demás partidos, de la izquierda a la derecha, ni siquiera tienen candidatos confirmados. En los dos años de legislatura que quedan por delante, las matemáticas siguen saliendo para una moción de censura contra la alcaldesa santanderina, pero ese tipo de multipactos tienen mucho riesgo de volverse en contra de los promotores y operar a favor de la víctima cuando llegue la cita con las urnas.
El plan A de Gema Igual es renovar su mandato en Santander en los comicios de la primavera de 2023, pero los vientos políticos favorables que soplan actualmente le permiten abrir el foco y contemplar otras posibilidades. Con el PP creciendo en toda España desde la victoria de Ayuso en Madrid, con Revilla lejos de su mejor momento, con el PSOE que acusa el deterioro al que le empuja Pedro Sánchez, con el voto que llegue desde Ciudadanos... las elecciones autonómicas podrían ser una gran oportunidad para el PP con Gema Igual de abanderada.
Lo que no quiere la alcaldesa es quemarse en la batalla interna. Su planteamiento está bastante claro: no está para cerrar heridas, sino para ponerse al frente de los desafíos electorales que le encomiende el PP con las heridas ya cerradas.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.